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Martín Pérez: “Trabajo duro por ser un ejemplo para mis hijos dentro y fuera del terreno”

Acarigua.- Entre el 2022 y 2023, el personaje que hoy les traemos en Nuestra Gente, fue protagonista en un sinfín de titulares en medios nacionales y de Norteamérica. En ese primer año, Rangers de Texas, su organización en MLB para la época, le otorgó el premio Pitcher del Año. En la campaña siguiente se convirtió en el primer portugueseño con un anillo de Serie Mundial, con la misma novena, y sí, hablamos de Martín Pérez. Aunque el guanareño ha tenido grandes momentos a nivel profesional, este domingo, nos muestra la faceta más importante de su vida: la de ser papá.

Dentro del marco de esta fecha tan especial, como lo es el Día del Padre, celebramos la gran labor paternal de todos los que cumplen este extraordinario rol, sea por razones biológicas o por crianza y amor. Martín Pérez es ejemplo de ello.

En esta amena entrevista con Portuguesa Reporta, el lanzador guanareño nos muestra su lado más humano y nos ofrece un intercambio de anécdotas, recuerdos de su infancia y confesiones junto a su familia, y que van desde su experiencia como papá, esposo, hijo y, por supuesto, de su carrera deportiva. Para nuestro equipo, es una entrevistado de lujo, pues Martín ha hecho tiempo en sus responsabilidades en la “Gran Carpa” y en medio de los viajes con su equipo, Los Piratas de Pittsburgh, nos ha atendido muy amablemente, valor que lo caracteriza.

El pelotero de 33 años de edad, nacido el 4 de abril de 1991, en la población de Las Matas, Guanare, es padre de dos niños: Malena, con quien debutó como papá hace 8 años y el pequeño Martín, de 6 años. Ambos, con su anterior pareja.

En la actualidad, el pitcher zurdo de los Piratas de Pittsburgh, junto a su esposa María Gabriela Guevara de Pérez, ha sabido forjar una maravillosa familia basada en valores y principios inculcados desde la humildad de sus propios padres, a quienes han sabido emular.

Se conocieron en el 2018 e iniciaron una relación formal un año después. Desde el 2022, tras afrontar los retos de la pandemia y fortalecer sus lazos de amor, contrajeron nupcias. Dios y la vida los ha bendecido. Este 2024, la pareja espera gemelos ¡hembra y varón! Una hermosa noticia que llegó en marzo y ambos recibieron llenos de emoción, amor y agradecimiento.

“Tener una familia grande es bueno, maravilloso. A lo mejor no lo pensaba, pero lo he recibido con mucha humildad y madurez porque los hijos son una bendición, especialmente ahora que vienen dos en camino y agradecidos con Dios por ello. Mi deseo es envejecer y tenerlos a todos para disfrutar, a mis hijos, a mis nietos y bisnietos”, comentó.

Junto a su esposa María Gabriela esperan gemelos ¡hembra y varón!

Martín José Pérez Jiménez viene de una familia unida y humilde, proveniente de la comunidad Las Matas, zona que ha dado a conocer en el mundo desde el deporte, sobre todo del béisbol, porque a donde va, con orgullo se presenta como “el de Las Matas, Guanare, estado Portuguesa”.

Niñez divertida

Es el menor de tres hermanos. Le anteceden Joseph y Klisbeyla. Los tres son hijos de Martín José Pérez y de Leida Rosa Jiménez. Fue su madre la que lo introdujo en el mundo del béisbol, a corta edad, por su hiperactividad, tras una recomendación de unos amigos. De su infancia, no olvida las tardes de travesura con sus primos, corriendo por las sabanas de “Las Matas”.

“Era muy hiperactivo e inquieto. Tenía demasiada energía. De niño, me la pasaba montando en los árboles, cazando iguanas en los campos de ‘Las Matas’, así que unos señores de nombres Doris Briceño y Óscar Rea, tenían a su hijo jugando béisbol en Guanare y le comentaron a mi mamá que por qué no me metía a jugar béisbol, que podía ser una buena opción para mí, ya que venía creciendo y jugaba mucha pelotica de goma en la cancha y siempre sobresalía. Cuando jugaban béisbol en el estadio, los muchachos más grandes, siempre me incorporaban en sus equipos, a la edad de 9 o 10 años”, relató Martín. Así empezó a dar sus “pininos” en el béisbol.

Al poco tiempo, tuvo la oportunidad de participar en su primer estatal. No recuerda el año, era un niño todavía, pero tiene ese momento marcado en su mente. “Me tocó ir a un estadal en Acarigua. Fue mi primer año representando a Guanare y recuerdo que me dieron la pelota para pitchar el último juego de la final contra el equipo de Araure (Metropolitana). Ganamos el juego; ponché a 15 bateadores y lo más bonito es que me dieron el trofeo de campeones a mí, y todavía lo tiene mi mamá en su casa y para mí eso es algo que me marcó, porque yo no lo esperaba”, rememora.

Desde muy pequeño Martín mostró sus habilidades en el béisbol

Toda su familia influyó en su formación y desempeño deportivo: mamá, papá, hermanos, tíos y primos. “El vínculo familiar que yo tengo ha sido una de las bases de mi carrera, siempre sumando a mi vida y eso lo agradezco bastante. Bendecido y agradecido por Dios por haberme dado la familia que tengo, por siempre estar apoyándome y por siempre estar en los momentos donde uno más lo necesita”.

Sus referencias e ídolos de la pelota fueron los grandes del momento. Por Venezuela, creció admirando a Johan Santana y Félix Hernández. “Me sirvieron de inspiración por la capacidad que ellos tenían para competir cuando pitchaban. Yo los veía por televisión y para mí era algo extraordinario”, refirió el pelotero, quien —además—, fue un fanático de figuras legendarias como Pedro Martínez, Randy Johnson y de «El Cohete» Roger Clements. Todos, con una carrera brillante en Grandes Ligas.

Béisbol o la música

Su otra pasión por poco lo hace apartarse de la pelota y de haber sido así, hoy Portuguesa no contara con representación en el mejor béisbol del mundo. Perteneció al coro de la Unidad Educativa Las Matas, donde estudió primaria, y al de la iglesia católica.

“Me gustaba mucho cantar. Pertenecía al coro de la escuela y de la iglesia, era uno de los pasatiempos que tenía. Crecí en una familia católica. Mi mamá es más católica que mi papá, pero era él quien quería que fuese cantante de música venezolana”, dijo. Fue su afición por la música que el martes, 8 de marzo de 2023, en el juego de exhibición de la selección de Venezuela, en un partido de exhibición contra los Astros de Houston previo a Clásico Mundial de Béisbol, Pérez sorprendió a todos y se robó el show al entonar el himno nacional de Venezuela, acompañado por la mayoría del público presente en el Ballpark of the Palm Beaches, y sus compañeros y técnicos.

-Siempre me gustó cantar. Cuando tenía 12 años, me entró el deseo por la música llanera, mi papá lo hace y yo pienso y creo que tengo buena voz para cantar. Me crié con eso. Para ese entonces dejé el béisbol como por un año y medio. Un día, un amigo, Jesús Hernández, tuvo una conversación conmigo en la casa de mi mamá, me agarró allí desprevenido y me dijo que él veía que tenía mucho talento para el béisbol. Él sabía un poco más de qué se trataba el béisbol y cuáles eran los pasos para prepararse como profesional. Recuerdo que ese día, en la tarde, le dije a Jesús que tenía razón y que iba a dejar de cantar. Desde allí empecé a practicar en el estadio ‘Cuco Río’ y desde allí empezó la búsqueda de firma”, contó el grandes ligas.

Martín junto a su mamá, Leída Jiménez

Inicio de su carrera profesional

En el 2007, Pérez consiguió su firma con Los Ranger de Texas. En su temporada de novato con Spokane, realizó 15 aperturas cortas con una efectividad de 3.65. Fue considerado el prospecto #17 por Baseball America en 2010. El 26 de junio de 2012, fue llamado por los Rangers, el equipo grande, y debutó el siguiente día frente a los Detroit Tigers, permitiendo dos hits y cuatro carreras, además de ponchar a un bateador en dos tercios de entrada de labor, pero fue el 30 de junio cuando realizó su primera apertura en Grandes Ligas, lanzando 5 1⁄3 entradas, ponchando a cinco bateadores, mientras que permitió dos carreras en una victoria 7-2 sobre los Oakland Athletics.

A los largo de estos 13 años de carrera en la “Gran Carpa”, que cumple en este 2024, Pérez ha tenido pasantías con los Mellizos de Minnesota, equipo con el que firmó contrato por un año, el 30 de enero de 2019. Allí, hizo 32 apariciones con 29 aperturas, con un WHIP de 1.52, el más alto en las Grandes Ligas. Compiló un récord de 10 ganados y 7.

Después de la temporada, se convirtió en agente libre y pactó otro año más, 19 de diciembre de 2019, con uno de los equipos más legendarios del béisbol, Los Medias Rojas de Boston. Con los «patirrojos», Pérez abrió en 12 juegos, obteniendo 3 ganados y 5 derrotas, con efectividad de 4.50 y 46 ponches en 62 entradas lanzadas. Con este equipo se mantuvo hasta el 2021.

El buen hijo vuelve a casa

En el 2022, tras la zozobra que a nivel mundial generó la pandemia, y de la que ni la MLB escapó, Martín Pérez firmó desde la agencia libre con el equipo que debutó en las Grandes Ligas, con los Rangers de Texas.

El regreso a Texas ha sido hasta ahora la cúspide de su carrera: resurgió como un abridor de calidad en el mejor béisbol. En ese 2022, el serpentinero tuvo marca de 12-8, con efectividad de 2.89 y fue convocado al Juego de las Estrellas. Para no dejar dudas de que fue la mejor temporada del lanzador portugueseño, los Rangers le otorgó el premio Pitcher del Año. Quedó de octavo entre los abridores de la Liga Americana.

Martín Pérez recibió el premio Pitcher del Año otorgado por Texas

En el 2023 no logró tan buenos números, pero con certeza, apoyó al equipo a llegar a la Serie Mundial obtuvo anillo y levantó el trofeo de campeones el 1° de noviembre, cuando los Rangers de Texas blanquearon a los Diamondbacks de Arizona (5-0). Ese mismo año, alcanzó la cifra mágica de los 1000 ponches en su carrera.

En el 2023 su equipo quedó campeón del «clásico de otoño»

Para esta temporada (2024), Pérez viste el uniforme de los Piratas de Pittsburgh. El 5 de enero, el pitcher zurdo firmó con el club su contrato por un año y 8 millones de dólares.

Guía y veterano

Con Los Piratas, hoy Martín, aunque llegó a la rotación como pitcher abridor, enfrenta el rol de veterano, orientador y guía de los peloteros más jóvenes y lo disfruta. Es como aconsejar a sus propios hijos.

“Ser ahora un jugador veterano para mí es muy importante porque siento que tengo que hacer las cosas aún mejor para los muchachos que vienen subiendo, para los jugadores de esta nueva era. Trato de que se sientan cómodos y que hagan lo que su corazón les dicta en el momento de competir. Trato de ser un ejemplo, un buen consejero, que se sientan y sepan que tienen en mí un amigo. De verdad que este nuevo rol de ser veterano en mi equipo y ser papá, lo disfruto bastante; al máximo y es algo que me apasiona”, comentó.

Ahora Martín es uno de los lanzadores veteranos de los Piratas de Pittsburgh

Como todo deportista destacado, el camino transitado no ha sido del todo miel sobre hojuelas. Su trayectoria ha estado marcada por el sacrificio de no compartir tanto tiempo con sus dos hijos y el resto de la familia. Por eso, trata de aprovechar la temporada “muerta” o las vacaciones para disfrutar a los suyos.

“La gente cree que uno está aquí y que es fácil estar en Grandes Ligas. Todo lo que yo he logrado en mi carrera, es por todo el esfuerzo y todo el sacrificio que he hecho, toda la dedicación que le he puesto y la madurez que he adquirido. El respeto que tengo por el juego y la fe tan grande que tengo en Dios que siempre me ha dado la mentalidad y esas ganas de seguir luchando por mantenerme aquí por el tiempo que él decida”, precisó.

Pérez tiene claro la responsabilidad que tiene como padre y no duda en esforzarse día a día para dar lo mejor de sí. “Ser papá es una bendición de Dios. Es lo más grande que uno como hombre puede tener en la vida. Es una responsabilidad, porque ellos serán el reflejo de nosotros. Por eso, trato de siempre educar a mis chamos y ser el mejor de los ejemplos”.

«Mis hijos son una bendición», asegura el lanzador guanareño Martín Pérez

-Lo más tierno que me ha pasado en la vida fue traerlos al mundo. Esos momentos no los olvido, cuando nacieron mis dos hijos, Malena y Martín, y a nivel profesional cuando Dios me dio la dicha de firmar con un equipo de Grandes Ligas, que me llamaron en mi casa con toda mi familia, mis hermanos, mis tíos y mis primos, pero esto no es para siempre. Yo soy honesto, el talento va mermando y no son las mismas habilidades, pero tratas de prepararte para que eso te mantenga. Tratas de estar aquí el tiempo que Dios lo decida, añadió.

El pelotero sabe e insiste en que, como hombre, como deportista, pero sobre todo como padre, es preciso mantener una carrera incuestionable dentro y fuera del terreno de juego.

“Quiero que mis hijos me recuerden como un papá cariñoso, un ejemplo. Al momento de consentirlos los consiento y cuando hay que apretar la tuerca y reprenderlos, también estoy ahí. Quiero que de grande digan: ‘mi papá me educó de la mejor manera que pudo y me siento orgulloso de eso’. Que sean muchachos de bien y de buen corazón. Que se preparen y estudien. Si Dios les da un don para el deporte o para alguna faceta, siempre los voy a apoyar”.

En su Portuguesa y Venezuela advierte que quiere ser recordado como persona humilde, “que siempre que estuvo en el terreno fue un buen competidor y fuera del terreno aún mejor persona. Que la gente cuando mencione mi nombre, sepa que yo no solo hice muchas cosas por mí, por mis hijos y mi familia, sino también por la nueva generación que viene. Que me recuerden como un hombre que cree en Dios”.

Amante de los toros coleados

Martín no solo es destacado en la pelota y el canto. También tiene una afición por la ganadería y los caballos, cualidades propias de los nativos del llano.

“Soy amante y apasionado de los toros coleados, tengo mi caballeriza en ‘Las Matas’ y cuento con la dicha de tener tres equinos que han sido campeones nacionales y agradecido con Dios por darme la oportunidad de ser propietario de esos caballos. Uno de los deportes que yo crecí y siempre me gustó ver desde niño”.

Cada final de temporada, Martín retorna a Guanare, a ‘Las Matas’, para reencontrarse con sus raíces, con su niñez y los suyos. “En Guanare es donde me preparo. Tengo mi gimnasio donde tengo mi caballeriza. Todos los días, en la temporada muerta, es donde me preparo y trato de estar la mayoría del tiempo. Donde me siento tranquilo, trato de disfrutar siempre con mis primos, con los míos. Gracias a Dios tengo un círculo familiar muy bueno. Cuando nos reunimos en familia, en Guanare, cocinamos, después viene el karaoke. También me gusta la playa. Siempre trato de disfrutar de los paisajes que tiene Venezuela”.

Un papá dedicado

María Gabriela Guevara de Pérez, esposa de Martín, también compartió con Portuguesa Reporta algunas anécdotas del pelotero como papá.

“Es un padre increíble. Da todo por sus hijos, está súper pendiente. Los llama todos los días, a pesar de que es súper difícil el tema de la distancia y el poco tiempo que tiene para compartir con ellos”.

Con respecto a los dos nuevos miembros de la familia que nacerán pronto, aseguró que están muy contentos. “Pensé que iba a ser difícil, pero Martín está súper atento. Ha colaborado súper con todo lo de la barriga y eso me da mucha seguridad y estabilidad emocional. No todo es color de rosa, ni una vida perfecta, pero hay amor de por medio y tenemos presente que Dios está con nosotros. Con ello, sabemos que estamos en unión, así que estamos seguros que va a ser un momento increíble la llegada de los mellizos a nuestras vidas”.

También Leída Jiménez, madre del lanzador, quiso desearle felicitaciones en este Día del Padre. “Estamos todos muy orgullosos de él, por todo lo que ha logrado en carrera y su vida personal”. (CNP 25.482).

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Mariangel Moro Colmenárez

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