Unas 30 cámaras de TV, decenas de fotógrafos y más de 200 periodistas de todo el mundo estaban preparados en la colmadísima sala de conferencia N°1 del imponente y moderno Centro de Prensa de Doha. Todos lo esperaban a él. Desde las primeras horas de este lunes, cuando se deslizó la posibilidad de que el mejor del mundo tomaría la palabra antes del debut de la Selección argentina en el Mundial, la expectativa fue total. De pronto, la puerta de la enorme sala que parecía un teatro, con butacas cómodas como sillones, se abrió y Lionel Andrés Messi apareció vestido de un blanco radiante, en concordancia con su sonrisa.
El capitán de la Scaloneta se sentó por decisión propia al frente de los medios. Él quiso romper el hielo y ser el primero del plantel en asumir la conferencia que impone la FIFA el día anterior a cada compromiso. El rosarino, distendido y con una postura relajada, aprovechó para aclarar rumores sobre su estado físico y también para abrirse y confesar por qué ahora puede disfrutar de estos momentos que antes le resultaban casi sistemáticos.
Un Messi íntimo habló ante un salón lleno que se silenció para escucharlo decir varias cosas llevó tranquilidad, por si hacía falta, a horas del puntapié inicial para el conjunto nacional, este martes ante Arabia Saudita desde las 7 de la mañana (hora argentina).
«Me siento muy bien físicamente, creo que llego en un gran momento tanto en lo personal como en lo físico y no tengo ningún problema. Escuché que se decía que me entrenaba diferenciado. Y me entrené diferenciado porque tenía un golpe, por precaución, pero nada raro», respondió ante la primera consulta.
Claro, es que venía de moverse aparte el viernes y el sábado. Y para colmo la psicosis se alimentó aún más cuando se viralizó una imagen de su tobillo derecho aparentemente hinchado, botín y media mediante. «No tiene inflamación, está perfecto», le aseguraron a Clarín desde su círculo.
Después de explicar que este Mundial es diferente porque se juega en una época distinta de la temporada y que «siempre es especial jugar un Mundial y la atmósfera que se vive antes del primer partido», el 10 reveló que no llevó a cabo ningún entrenamiento especial para llegar a su quinta Copa del Mundo.
«Sinceramente no hice una preparación especial. Siempre me sentí bien con la continuidad de los partidos, con jugar. Siempre agarré ritmo y me sentí cómodo cuando más jugaba. Eso intenté hacer para llegar al inicio del mundial. No hice nada en especial», blanqueó. Y, en seguida, volvió a lanzar esa frase que a todos los futboleros le genera escalofríos: «Seguramente sea mi ultimo Mundial, mi ultima oportunidad de conseguir ese gran sueño que tengo y que tenemos todos».
La segunda parte de la conferencia fue en la que Leo mostró su lado más íntimo, al revelar varios aspectos. «No sé si es el momento más feliz de mi carrera, pero sí me encuentro muy bien. Me agarra más maduro e intento disfrutar cada momento al máximo, con mucha intensidad», remarcó.
En la misma sintonía, siguió: «Hoy disfruto más de todo esto cuando antes no lo pensaba. No me daba el tiempo de poder disfrutarlo, pensaba en el siguiente partido, en querer más y en ganar. A veces pasaban desapercibidas muchísimas cosas que me tocó vivir en mi carrera», se sinceró el 10.
Por eso, contó que a sus compañeros, de los cuales 19 viven su primera Copa del Mundo, les dirá que «disfruten del Mundial porque es especial, que vivan la experiencia al máximo y que disfruten de todo lo que puedan. Es difícil hacerles entender esto porque a mí me pasó. Pero nunca se sabe cuándo puede volverte a tocar. Por eso hay que volver a intentarlo y no quedarse con las ganas».
Sobre Arabia Saudita, el rival del arranque del grupo C: «Va a ser un partido difícil porque es el comienzo del Mundial y para muchos va a ser su primera Copa. Cada uno manejará como pueda la ansiedad y los nervios. Cuando pasen los primeros cinco minutos vamos a encontrar nuestro juego e ir a buscar el partido respetando al rival siempre como lo venimos haciendo».
La ilusión que genera esta Selección traspasa fronteras y aquí en Qatar muchos hinchas locales hacen fuerza por Messi y por la Argentina. «Es algo hermoso que mucha gente que no sea argentina quiera que seamos campeones por mí. Siempre recibí cariño y esto una muestra más de eso. Esto me hace feliz y soy un agradecido por eso. Me siento ilusionado», cerró el capitán celeste y blanco que volvió a comprar la unidad de este grupo con la del plantel del 2014, que llegó a la final en Brasil.
A horas del estreno en suelo árabe, Leo alzo la voz para trasladar tranquilidad y esperanza a todos. El capitán está listo.
El Clarín
