El estadio Al Janoub de Al Wakrah fue escenario de otro logro histórico de esta generación de Australia. Tras ganarle 1-0 a Dinamarca con la anotación de Matthew Leckie accedieron a octavos de final de un Mundial por segunda vez, la anterior fue hace 16 años. Los daneses se marchan de Qatar sin victorias, últimas del grupo y con el rótulo de decepción a cuestas.
El primer tiempo estuvo teñido de tensión. Por un lado, Australia esperó a Dinamarca en el sector final de su campo, reduciendo espacios e intentando impedir la comodidad de los volantes rivales.
En tanto que los daneses no pudieron romper sus propias ataduras y se mostraron toscos en las combinaciones. Apenas las trepadas por la banda izquierda de Joakim Maehle fueron útiles para encontrar resquicios en una defensa australiana apelmazada, pero con grietas.
Las ocasiones de gol generadas por los dirigidos por Kasper Hjulmand fueron forzadas. Un disparo con poco ángulo de Mathías Jensen que desvió Matt Ryan y una carambola después de un desborde de Maehle fueron las únicas ocasiones de riesgo real.
Con el correr de los minutos, los ‘Socceroos’ crecieron y controlaron la pelota en el cuarto de hora final, pero tampoco estuvieron cerca de anotar. Encontraron algunos espacios a las espaldas de los laterales escandinavos, pero no tuvieron la fineza para saber aprovecharlos.
En el complemento, los oceánicos salieron con mayor voracidad que Dinamarca. Aún con deficiencias por las limitaciones ofensivas, merodeó el área de Kasper Schmeichel y tuvo avisos en los pies de Mitchel Duke y Jackson Irvine.
Ante la somnolencia danesa, el gol cayó a los 60 minutos. Tras un córner en contra, Australia sacó un contraataque eficaz que se transformó en un unipersonal de Leckie. El volante recorrió desde mitad de cancha, encaró a Maehle, lo dejó en ridículo con dos amagues y definió contra el palo izquierdo del arquero.
Con la desventaja, Hjulmand mandó a la cancha a su arsenal ofensivo, pero careció de ideas para inquietar a Ryan. Inclusive, los mejores acercamientos fueron australianos. Los hombres de Graham Arnold fueron inteligentes para hacer durar algunas posesiones y broquelarse cerca de su arco.
Las únicas oportunidades de Dinamarca sucedieron en tiempo de descuentos. Ya con la desesperación presente, un centro desde la izquierda fue conectado de taco por Kasper Dolberg y forzó la respuesta de Ryan. La última, un cabezazo de Andreas Cornelius que se fue por arriba del travesaño.
Finalmente fue 1-0 definitivo para Australia, que contra Túnez había quebrado un mal registro sin victorias en 12 años en Copas del Mundo (sin puntos en Brasil 2014, con solo uno en Rusia 2018), este miércoles vuelve a octavos de final después de 16 años. Ahora, esperará por el segundo del grupo C, que puede ser cualquiera de sus cuatro integrantes, para medirse el próximo sábado.
