La Francia de Kylian Mbappé, coronada en 2018, se enfrenta a la Polonia de Robert Lewandowski y a la presión de un primer partido al todo o nada, este domingo (15h00 GMT) en octavos del Mundial-2022, cuyo vencedor esperará en cuartos al ganador de un Inglaterra-Senegal sin precedentes.
Desde después de la II Guerra Mundial, y con la excepción del Brasil de Pelé en 1962, ninguna otra selección ha logrado revalidar título Mundial en dos ediciones seguidas.
Los franceses sueñan con seguir los pasos del ‘Rey’ Pelé, y Mbappé, el sábado, recordó la leyenda brasileña de 82 años, que sufre un cáncer de colon y fue hospitalizado en Sao Paulo. «Recen por el Rey», tuiteó el astro del París SG.
La responsabilidad recae hasta el momento sobre los hombros del fenómeno de 23 años, autor de tres goles en tres partidos, para unos ‘Bleus’ lastrados por una cascada de bajas antes y durante el torneo.
«El equipo es consciente del evento, de volver a meterse en una nueva fase en esta competición. Si ganas tienes derecho a seguir, si pierdes regresas a casa», resumió el arquero y capitán Hugo Lloris, al frente de un equipo talentoso, renovado y con la posibilidad de un doblete histórico en el punto de mira.
Los vigentes campeones dominaron a Australia (4-1) y a Dinamarca (2-1) con sangre fría, mientras que todos los titulares descansaron contra Túnez (derrota 1-0) y llegan con las piernas frescas ante una Polonia que tuvo que exprimirse en tres partidos igualados en la primera fase.
Lloris iguala a Thuram
El «talento» está, pero Lloris recordó el riesgo de ceder ante el peso de la responsabilidad. «A partir de ahora la parte mental es un factor muy importante», advierte el arquero del Tottenham, que este domingo igualará los 142 partidos internacionales de Lilian Thuram, récord de la selección francesa.
En este nivel, la más mínima falta de concentración puede acarrear una eliminación y los franceses dan fe de ello, como les ocurrió en la Eurocopa el año pasado, cuando desperdiciaron una renta de dos goles en el último cuarto de hora ante Suiza (3-3, 5-4 en los penales).
En Bucarest, los ‘Bleus’ se estrellaron ante el arquero Yann Sommer, en estado de gracia y autor de una atajada decisiva en el último lanzamiento de Mbappé. En el estadio Al-Thumama (44.400 espectadores), los galos deberá superar a un inspirado Wojciech Szczesny.
El meta de la Juventus detuvo dos penales en fase de grupos, uno de ellos ante Lionel Messi. El combinado ‘Bialo-Czerwoni’ (Blanco y Rojo) se apoya también en los goles de Lewandowski -uno en el torneo-, aunque el delantero del FC Barcelona se halla más aislado en punta con su selección que con su club.
«Lewandowski puede marcar la diferencia en cualquier momento», pero «son un colectivo, un equipo que disfruta mucho defendiendo y sufriendo», apuntó Lloris.
La pólvora inglesa
El ganador de este duelo de octavos disputará los cuartos de final el próximo sábado en el estadio Al-Bayt ante Inglaterra o Senegal.
Los subcampeones de Europa y los campeones de África se enfrentan a las 19h00 GMT en la localidad de Al-Khor, a medio centenar de kilómetros al norte de Doha, en un choque de difícil pronóstico, al menos si hay que acudir al historial ya que ambas selecciones nunca se han visto las caras.
Pero es la pólvora arriba de los ‘Tres Leones’ (9 goles marcados), lo que hace que el equipo de Harry Kane parta como favorito ante los ‘Leones de la Teranga’.
Aunque algo tendrán que decir unos senegaleses sin complejos y con una inercia positiva tras sus victorias ante Catar (3-1) y Ecuador (2-1) luego de haber fallado en el inicio del torneo, batidos por Países Bajos (2-0).
Finalistas de la última Eurocopa en casa, los ingleses tienen razones para recelar de la vigente campeona de África, que parece haber digerido bien la ausencia por lesión de su líder Sadio Mané.
El título del equipo dirigido por Aliou Cissé en la Copa de África de Naciones, a comienzos de 2022, y su clasificación en el repechaje mundialista contra Egipto (0-1, 1-0, 3 a 1 en penales) demostró algo: Senegal es temible en partidos a todo o nada.
© 2022 AFP