Automóviles con placas de Venezuela y Colombia pasan tocando cornetas y los pasajeros ondean banderas. Una mujer se asoma por la ventanilla y graba con el celular. Son los primeros en cruzar este domingo por el puente binacional que fue bloqueado por contenedores en momentos de alta tensión.
Con el puente de Tienditas, rebautizado como Atanasio Girardot, se habilita el último paso que faltaba por abrir en la activa frontera entre el estado Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander, tras el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre Caracas y Bogotá con la llegada al poder de Gustavo Petro.
Este cruce entre Ureña (Venezuela) y Cúcuta (Colombia) es simbólico: fue construido en 2016 y nunca llegó a ser inaugurado.
Estuvo bloqueado por gigantescos containers metálicos puestos por militares venezolanos a manera de barricada para impedir en 2019 el acceso de cargamentos de comida y medicinas enviados por Estados Unidos en apoyo al dirigente opositor Juan Guaidó, entonces reconocido por Colombia como presidente encargado de Venezuela, por cuestionamientos a la reelección del presidente socialista Nicolás Maduro, que sus rivales denuncian de fraudulenta.
La reapertura entre Venezuela y Colombia intenta recuperar un intercambio comercial que llegó a ser de 7.200 millones de dólares anuales en 2008, pero que apenas llegó a 400 millones en 2021.
«Hemos dado pasos importantes», dijo Maduro, en una entrevista con el periodista francés Ignacio Ramonet transmitida este domingo por la televisión estatal venezolana. «Se calcula que por encima de 600 millones ascendió la balanza comercial en los primeros meses de reapertura», agregó el mandatario.