Kim Kardashian vuelve a ser noticia por apoderarse de una prenda histórica. Tras lucir de prestado en la última gala Met el vestido con el que Marilyn Monroe le cantó el Happy birthday a John F. Kennedy.
La empresaria adquirió la icónica pieza de joyería que llevó por última vez en público la princesa Diana de Gales en 1987, una de las pocas joyas usadas por la princesa que han llegado a subastarse.
Se trata de la cruz de Attallah, una exclusiva pieza creada en 1920 por la joyería londinense Garrard compuesta por amatistas de gran tamaño en talla princesa, un aderezo de diamantes en talla brillante, oro y plata.
La pieza salió a subasta en la casa Sotheby’s Royal and Noble y alcanzó el doble de la estimación previa tras la lucha de varios compradores interesados, una puja que finalmente ganó Kardashian tras casi alcanzar los 200 mil euros, reseñó La Vanguardia.
Diana eligió esta cruz de inspiración renacentista para elevar su teatral vestido, diseñado por Catherine Walker, en un baile el 27 de octubre de 1987 en ayuda de Birthright, la organización benéfica de salud de la mujer. La fiesta tuvo lugar en Bond Street, en las instalaciones de Garrard, la firma de alta joyería que persiguió a Diana durante toda su vida.
La Tiara Spencer que Diana usó el día de su boda fue restaurada por Garrard para su familia en la década de 1920, de Garrard también es el icónico anillo de compromiso del zafiro que escogió ella misma en 1981 y que ahora luce en la mano de Kate Middleton.