Acarigua.- En las últimas semanas en Acarigua-Araure, varias personas, en su mayoría mujeres, han sido víctimas de un grupo de hombres que le hacen creer a los conductores que sus carros presentan un desperfecto mecánico, fingiendo que ellos pueden repararlo, antes de que el vehículo supuestamente se incendie y así cobrar en dólares por el «trabajo».
Dos ciudadanas que fueron víctimas de estos maleantes contaron a Portuguesa Reporta el modo de proceder y pidieron a las autoridades tomar cartas en el asunto para impedir que más personas caigan en esta modalidad de estafa.
Susana de Roces, relató que la mañana del martes 14 de febrero, mientras se encontraba en las inmediaciones de la calle 26 de Acarigua, saliendo del automercado Canaima, se dispuso a abordar su vehículo para dirigirse a su casa, cuando dos hombres, desde diferentes puntos le hicieron seña de que algo ocurría con su vehículo.
«A uno no le presté atención, pero las señas del otro sí me hicieron detener. Rápidamente los dos me abordaron y me dijeron que mi carro estaba botando humo. Que se me podía quemar. Con eso intentaron alarmarme», relató la ciudadana.
-Inmediatamente, me hicieron abrir el capó y alguna maniobra tuvieron que hacer para que saliera humo del motor. Algo le tuvieron que rociar. Uno de los hombres me dijo que debía llamar a un electricista, porque se podría dañar el alternador o prender totalmente en candela».
Indicó de Roces que los dos hombres miraron alrededor y ubicaron a otro individuo que cargaba una bata de mecánico. «Ese último hombre se acercó a ver qué sucedía y dijo que era electricidad, y empezó a revisar el carro. Me indicó que tenía un taller cerca y que iría a buscar las herramientas y unas piezas, y así fue. En cuestión de minutos llegó con dos piezas. Se metió al carro e hizo como si las hubiese cambiado».
Por el trabajo terminó cobrando 90 dólares, contó la ciudadana, 70 dólares por las supuestas piezas y 20 por mano de obra. «Yo le pregunté dónde estaban las piezas que había sustituido y me dijo que mi carro tenía un puente. Al final, solo le pude dar 70 dólares que era lo que cargaba».
A de Roces todo le causó dudas. Terminó encendiendo su carro y marchándose a que su mecánico de confianza, quien le aseguró que estas personas no le habían hecho ninguna reparación al vehículo porque no lo necesitaba. La dama había sido víctima de una estafa.
La misma situación, con el mismo modus operandi, le ocurrió a Marisol Martínez hace dos meses, pero esta vez fue cerca de la Clínica Santa María. Se trata de tres hombres de entre 35 y 45 años de edad que están deambulando por las zonas céntricas pescado a posibles víctimas. (CNP 25.482)