El gobierno del Reino Unido anunció este jueves que el incremento de los costes por la inflación obligará a retrasar en dos años la construcción de uno de los tramos del futuro tren de alta velocidad que debe unir Londres con Manchester, un proyecto que no se espera que esté completo hasta 2040.
El conocido como HS2 (High Speed 2), cuyo presupuesto ha pasado de 33.000 millones de libras (37.000 millones de euros) cuando fue anunciado en 2010 hasta más de 71.000 millones de libras (80.000 millones de euros), según las últimas estimaciones, prevé que los primeros pasajeros puedan circular entre Londres y Birmingham (centro de Inglaterra) entre 2029 y 2033.
La siguiente fase de la infraestructura (2A), el ramal entre Birmingham y la localidad de Crewe, en el norte de Inglaterra, estaba prevista para 2034 pero se retrasará otros dos años, según el anuncio de hoy. Mientras que la última etapa (2B), que verá llegar los primeros trenes a Manchester, no se prevé que esté lista hasta 2040.
«Hemos visto presiones inflacionarias significativas y costes de proyecto al alza, por lo que modificaremos el calendario de construcción en dos años, con el objetivo de ofrecer servicios de alta velocidad a Crewe y el noroeste (de Inglaterra) tan pronto como sea posible», afirmó en un comunicado el ministro de Transporte, Mark Harper.
El anuncio llega antes de que la próxima semana el ministro de Economía, Jeremy Hunt, presente ante el Parlamento su próximo presupuesto, previo al comienzo del siguiente ejercicio fiscal en el Reino Unido, en abril.
Hunt detallará ante los diputados sus planes para cumplir con el objetivo del gobierno de reducir la deuda pública en relación al PIB del país.
La patronal CBI lamentó hoy que los retrasos en el tren de alta velocidad «reducirán la confianza de los inversores y los contratistas en el sector ferroviario
Retrasar los proyectos puede generar ahorro a corto plazo, pero en último término puede significar costes más elevados y ralentizar la transición del Reino Unido hacia una red de transporte mejor, más rápida y más verde», afirmó el director de programas de la patronal, John Foster.
La oposición laborista, por su parte, lamentó que las regiones del norte de Inglaterra deberán «pagar el precio» por los «fallos» del gobierno.
«El caos de los conservadores y su indecisión crónica está frenando la creación de empleos, el crecimiento y generando costes para los contribuyentes», lamentó la portavoz laborista de Transporte, Louise Haigh.