Araure.- “Yo siempre deseé con toda mi alma ser madre, pero después de haber agotado las opciones para poder concebir, comencé a pensar en la adopción, como la única manera de poder lograrlo. Y por cosas de Dios llegó a mis brazos, una niña, Jennifer, mi hija».
Así comienza la Dra. Yadira Alzuru, -docente y escritora- a contarnos la bellísima historia de amor maternal que ha llevado a las páginas del segundo de sus libros «¿Adoptada yo? Amada sí, confesiones de una madre atrevida», que se puede adquirir por Amazon y, más recientemente, ella misma ha ofrecido con dedicatoria personalizada a todos sus amigos.
Comenzó a vincularse con el Consejo Venezolano del Niño, a decirles a las funcionarias: “no me olviden, avísenme cualquier cosa”, pero el tiempo pasaba y ella comenzó a desesperanzarse. El día menos pensado la llamaron para hablarle de una niña a quien querían dar en adopción. El esposo no estaba, pero no le dieron mucho tiempo, o la tomaba o la dejaba. Y la tomó.
Yadira quiso hablar abiertamente de un tema considerado tabú, que estigmatiza a los niños que, sin ninguna razón, son víctimas de bullying.
«Siempre estuvimos asesorados por el psicólogo para ayudar a Jennifer a tolerar los comentarios en el colegio. Era duro, me enfrenté muchas veces a esta situación en el colegio, porque los niños no se miden y hasta son crueles.
“Yo nunca lo oculté, pero en un pueblo tan pequeño era la comidilla diaria y se hablaba de eso a hurtadillas, porque hay muchos prejuicios alrededor de la adopción», explicó.
Por eso decidió escribir sus memorias y «confesarse», decir cómo vivió cada uno de esos momentos difíciles de comentarios que le rompían el corazón porque sentía en carne propia cada desplante que pudiera recibir la pequeña.
Se trata de un libro para crear conciencia y ser más sensibles ante un tema que habla de un amor grande, de un cambio de vida trascendental, una entrega voluntaria y sin límites para quien decide adoptar y decirle a un niño: “nunca más estarás solo, seré tu madre, te querré y cuidaré».
En el primer capítulo, La búsqueda, la escritora habla de su emoción al escuchar por primera vez ser llamada mamá, que para la madre natural es increíble, pero para la adoptiva se sobredimensiona. Y va contando a la hija adulta cómo fue esta experiencia desde el día en que la recibió, entre muchos otros sentimientos y momentos que guardaba en su corazón y que decidió mostrar con la intención de poner en el tapete que el amor por un hijo es uno solo, sin importar si nació o de tu vientre o de tu corazón.
Muchos lectores se han sentido sobrecogidos al leer detalles que la muestran muy humana, vulnerable y más convencida que nunca de que fue la mejor decisión de su vida.
Dar en adopción puede ser -en el otro otro lado de la moneda- una decisión dolorosa, pero, si se quiere un mejor destino para su bebé y la madre natural no lo puede criar, cederlo también es un acto de amor.
«Yo me ufano de haber tomado esa decisión en una hora y me fui feliz a contárselo a mi papá: ‘vengo a buscar un esterilizador, ¡papá tienes una nieta! Y buscó el mejor’”, señaló.
El libro fue publicado en versión digital para Kindle y luego la venta del libro en físico para los Estados Unidos. El prólogo y la portada es de Maxi Vázquez, quién conociendo a profundidad la historia, ilustró la silueta de una mujer que siembra una semilla desde su corazón a su vientre.
«Este libro fue escrito para mi hija, para que sepa lo hermoso que ha sido tenerla, pero también tiene plasmada una investigación sobre la adopción en diferentes partes del mundo, las parejas del mismo sexo y otros padres que han sentido la incertidumbre de cómo enfrentar ante su hijo y ante la sociedad una decisión tan importante».(CNP 16.100)