Araure.- Un proyecto piloto tan maravilloso como útil se ha implementado en un colegio privado de Araure, después de que una estudiante, de tan solo 8 años, iniciara un emprendimiento hogareño durante la pandemia.
Ustedes se estarán preguntado ¿Qué tiene eso de extraordinario?
No es muy común ocuparnos de enseñar a nuestros hijos cómo rendir el dinero, porque ni siquiera nosotros lo sabemos. El caso es que esta futura empresaria, es hija de la contadora Verónica Ramos (@soyveronicaramos), también docente universitaria, quien al darse cuenta del interés de la niña, comenzó a darle nociones de finanzas.
«Cuando decidí estudiar contaduría, lo hice pensando en que aprender a manejar el dinero era fundamental, porque creo que la gerencia de los recursos es lo que hace crecer un país. Sin embargo, siempre lo hice pensado en el dinero de otros y no desde mi propia empresa, porque no nos enseñan a ser inversionistas sino empleados. Soy docente y me encanta crear talleres, por eso comencé a enseñarle conceptos financieros a mi hija, uno cada día mientras hacia sus dulces, así iba aprendiendo cuál debía ser su inversión y cuál la ganancia de su propio negocio», expresó.
A partir de allí, explicó en el colegio cómo es que su hija se había convertido en comerciante, los directores se interesaron, confiaron en la visión de Verónica y pusieron en práctica el Taller de Finanzas para Jóvenes, con resultados tan positivos, que ya planifican instaurarlo como parte del pensum regular.
La contadora presentó esta información de manera fácil y aplicable en el día a día, y no como una clase. Siempre de forma práctica, porque todos necesitamos rendir el dinero.
Tan satisfactorio ha sido el cambio, que los jóvenes se han acercado a sus padres no solo para pedirles dinero, sino involucrarse en el cuidado de los recursos de la familia, hablar de estructura de costos, fuentes de ingresos y formas de obtener un plan de negocios.
Agregó que es muy importante y, además posible, que los niños conozcan qué es una tasa de cambio, una inversión, un negocio y se haga un plan de vida, porque los recursos financieros forman parte de cualquier oficio y/o profesión, e implica la capacidad de tener buena alimentación, educación, comodidades, servicios, entretenimiento y si lo hacemos bien, llegar a tener la tan ansiada libertad financiera.
Independencia económica
Aunque en nuestro sistema educativo no se nos enseña cómo ser independientes económicamente, la pandemia y la constricción económica de Venezuela, nos ha empujado a buscar alternativas para obtener divisas y no depender de un sueldo que nunca alcanza para cubrir nuestras necesidades, mucho menos nuestros sueños.
Es allí donde el proyecto que presenta esta especialista, se presenta como una alternativa para que los jóvenes empiecen a pensar de forma diferente, a mirarse a sí mismos como emprendedores, a despertar su interés por temas como negocios, rentabilidad, sistemas contables, plan de inversión, entre otros.
«Si nosotros esperamos hasta salir de bachillerato para tomar una decisión sobre qué haremos en la vida, hemos perdido un tiempo muy importante. Es imprescindible planificar la libertad financiera, porque no tener con qué pagar los gastos mensuales nos genera estrés, el cuerpo libera toxinas que nos enferman y eso hay cambiarlo», explicó.
Ramos está convencida de que hay posibilidades de cambiar la precaria economía venezolana, modificando nuestra programación y educando adecuadamente a las actuales generaciones.
Es erróneo pensar que el estado debe cubrir nuestros gastos y seguir la filosofía doméstica de «como vaya viniendo vamos viendo», porque se trata de un falso confort.
Por esa razón -dijo- hay que tener metas claras y a largo plazo porque la constante en nuestra vida es el cambio y la vida es hoy, no podemos vivir pensando en una jubilación. Pensar en la libertad económica para nosotros los padres es también independencia para los hijos, y eso lo podemos construir.
Los talleres
Los hay para todos los niveles socioeconómicos: Finanzas para jóvenes, para reposteros, emprendedores diversos, empresariales y dependiendo de su complejidad, puede durar dos días, tres meses y más, de acuerdo a las necesidades de cada grupo.
«Los médicos se me han acercado mucho para solicitar esta formación», indicó.
«Tenemos que educarnos sobre cómo rendir nuestros ingresos, no es algo que nos enseñan y debemos buscar está información por nuestros propios medios. Aprender a estudiar el mercado, sobre tasas de cambio, criptomonedas y estrategias de inversión para obtener la libertad económica que todos merecemos y, de esa manera, alcanzar mayor calidad de vida», finalizó. (CNP 16.100)