Araure.- Durante los días viernes 26 y sábado 27 de mayo, se llevarán a cabo en Araure las XXI Jornadas Llaneras de la Sociedad de de Puericultura y Pediatría, con el objetivo no sólo de actualizar sus conocimientos profesionales sino también de hacer un merecido reconocimiento a la trayectoria profesional del Dr. Zaldívar Zúñiga Medina, hijo adoptivo y por convicción de la ciudad de Guanare.
Aunque es barinés de nacimiento, nadie duda en llamarlo guanareño porque la mayor parte de su vida estudiantil, iniciada en el liceo José Vicente de Unda, y toda su carrera médica, se ha desarrollado de manera brillante y exitosa en la capital del estado Portuguesa.
De una personalidad poco común, siempre positivo, entusiasta, sonriente, colaborador y tendiendo la mano amiga a quien lo necesite, el galeno se ha ganado el afecto y respeto, no solo de su gremio sino de la colectividad, en todas las facetas: pediatra, profesor universitario, gremialista, amigo, padre y esposo ejemplar.
Ni cura ni ganadero
De niño fue monaguillo y quiso ser sacerdote, aunque su padre lo quería al frente del fundo familiar, desde muy pequeño desarrolló un gusto por los estudios que jamás ha perdido y fue un estudiante sobresaliente hasta graduarse en la Universidad Lisandro Alvarado en 1966 (UCLA), logrando el sueño de su vida a los 25 años, porque su vocación de médico no fue superada por ninguna otra.
Se casa en Guanare con Raquel García y logra una beca para estudiar en México su posgrado en Pediatría, del cual casi lo echan por celebrar exageradamente (porque él es así de efusivo) dentro del hospital el nacimiento de Karla Andreina, la primera de sus cuatro hijos.
«Gritaba mientras abrazaba al asombrado personal mexicano: ‘soy papá’ y casi pierdo mi beca. Fui sancionado, pero no me botaron», relató.
Regresa a Guanare para ser adjunto del Dr. Carlos Gómez Urquiola, en la Coordinación de Extensión docente de la Facultad de Medicina de la ULA, de la que quedó al frente desde 1979 hasta el 2000, en el Hospital Dr. Miguel Oráa, que fue durante ese período referencia nacional por su excelente funcionamiento.
«Al Dr. Gómez le agradezco haber puesto su confianza en mí siendo un recién graduado. Su amistad y su afecto influyeron de manera muy positiva en mi carrera», expresó.
Uno de sus mayores orgullos es haber sido escogido como padrino de la III Promoción de Médicos Cirujanos con apenas 32 años y en los años siguientes, apadrinó 5 más durante el tiempo que fue profesor de la especialidad de Pediatría.
Además, ha ejercido la presidencia de la Sociedad de Puericultura y Pediatría, filial Portuguesa, 2 veces porque le encanta el trabajo gremial y el secretariado general del Colegio de Médicos del estado.
50 años en el ejercicio
En tantos años, 50 como médico y 45 como pediatra, el Dr. Zúñiga recuerda a sus alumnos más brillantes y cuenta a borbotones anécdotas de su familia y su carrera, sin dar tregua ni chance para mis interrogantes.
A la pregunta obligada de por qué eligió ser pediatra, contestó: «los viejos no se curan», para luego reír a carcajadas.
«Me preguntan cómo es que puedo andar feliz todo el día y yo respondo que el que no se ríe una vez al día, ha perdido su día».
Mi padre era un hombre del llano muy serio. Yo me parezco a mi madre, siempre amable y con una sonrisa perenne en su rostro, confesó.
Zúñiga es creyente de Dios, muy católico, magallanero, adeco, melómano y sus canciones favoritas son Pasillaneando y Linda Barinas.
La vida lo ha rodeado siempre de amor del bueno, primero con su esposa Raquel de la que quedó viudo -y fue uno de los momentos duros-, cuatro maravillosos hijos, varios nietos y ya tiene su primera bisnieta, llamada Lara.
Desde hace 10 años comparte felizmente su vida con la «Nena» León y contó que «para celebrar mis 40 años de médico pedí a mis compañeros de curso que me consiguieran una pareja para bailar, bailamos toda la noche y nunca más nos separamos».
No importa cuántos años tenga (tiene 76) siempre hay que tener un proyecto en la vida. Eso nos llena de pensamientos, de acciones vitales y nos hace sentir jóvenes, aconsejó.
Y, finalmente, siempre con humor señaló: “He recibido muchos reconocimientos profesionales, pero como médico, nada es tan satisfactorio como que la gente humilde me diga que le he salvado un niño, aunque ese niño tenga ya más de 40 años». (CNP 16.100)
Querida Beatriz eres» la tapa del frasco en el periodismo» excelente entrevista me siento retratado tal como soy .Muy agradecido mi familia y yo te lo agradeceremos eternamente.Barbaraaaaaaa……