La ampliamente elogiada novela de fantasía Luces del norte, del autor británico Philip Pullman, entró en el sexto lugar de los 100 mejores libros infantiles de todos los tiempos tras una votación realizada por BBC Culture. Pullman, además, ocupa el puesto más alto entre autores vivos.
Sin embargo, cuando la novela fue publicada por primera vez en EE UU en 1996 bajo el título La brújula dorada, el primer libro de la trilogía La materia oscura, fue prohibida en algunas regiones del país y para 2008 ya era el segundo libro más objetado en EE UU.
Las luces del norte ganó la medalla Carnegie en ficción infantil en Reino Unido en 1995, y en 2019 Pullman fue condecorado con la orden de caballero y honrado con el premio JM Barrie (en conmemoración del autor de Peter Pan) por «una vida de logros deleitando niños».
Pero la visión del mundo que presenta Las luces del norte y el resto de la trilogía, considerado por algunos como de espíritu ateo, resultó ser demasiado para algunas minorías vociferantes en EE UU.
La lista de libros prohibidos de 2008 recopilada por la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos (ALA, por sus siglas en inglés) identificó la obra como el segundo libro más impugnado en el país, con objeciones provenientes de la Iglesia católica.
De hecho, toda la trilogía causó indignación en algunos sectores estadounidenses, mientras que en Reino Unido, el columnista Peter Hitchens declaró que Pullman era «el anti Lewis (CS Lewis, autor británico defensor del cristianismo), al que los ateos le estarían rezando, si es que rezaran».
Entre otras obras, El león, la bruja y el armario de CS Lewis está entre los primeros 10 de la lista de BBC Culture).
La prohibición de Las luces del norte podría considerarse la precursora de la censura de libros por razones de la «moral», visión del mundo o religión. Ahora, la prohibición y objeción contra libros en EE UU se ha intensificado a un nivel sin precedentes
ALA documentó un número sin igual de objeciones reportadas en 2022, más de 2.500 ejemplares únicos, el número más alto de intentos de prohibición desde que ALA empezó a recopilar datos de censura hace más de 20 años.
Los libros para jóvenes lectores que han sido puestos en la mira por temas como raza, género y sexualidad incluyen Género Queer de Maia Kobade, No todos los chicos son azules de George M. Johnson, Ojos azules de Toni Morrison y Lawn Boy de Jonathan Evison.
«Al final, los intentos de prohibir libros son intentos para silenciar a los autores que se han armado de valor para contar sus historias», comentó a BBC Culture la presidenta de ALA, Lessa Kanani’opua Pelayo-Lozada.
La mayoría de los libros que impugnan son de o tienen que ver con individuos LGBTIQ+ o personas de color. Esos libros están en las estanterías de la bibliotecas porque alguien en la comunidad los quiere leer. Es la labor de los bibliotecarios el dar acceso a esos autores e historias, ya sea que reflejen la experiencia del lector o arrojen luz sobre una perspectiva desconocida», afirma
«Los estadounidenses gozan de libertad de expresión y libertad para relacionarse con la expresión de otros. Nos acercamos a los libros y las ideas con las que queremos relacionarnos, pero no tenemos el derecho de decidir qué pueden leer y pensar nuestros vecinos. No tenemos el derecho a callar las historias que no nos gustan», añade.