La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el canciller Marcelo Ebrard renunciaron este lunes a sus cargos para buscar la presidencia de México en las elecciones de 2024, de cara a las cuales el oficialismo de izquierda se perfila como amplio favorito.
Ambos funcionarios, que puntean las encuestas, dimitieron con minutos de diferencia en el inicio de la carrera por ganar la candidatura de Morena, partido del presidente Andrés Manuel López Obrador. Las presidenciales se celebrarán el 2 de junio de 2024.
«He tomado la decisión de separarme del cargo de forma definitiva (…) con el fin de llegar a ser la primera mujer en la historia de México en encabezar los destinos de la nación», dijo Sheinbaum a la prensa, detallando que su dimisión se hará efectiva el próximo viernes.
En tanto, Ebrard formalizó la renuncia a la secretaría de Relaciones Exteriores en un encuentro con López Obrador en el palacio presidencial, tras anunciar su salida del cargo la semana pasada.
«Me dedicaré a partir de hoy a otra muy importante labor que es la de defender la Cuarta Transformación (como López Obrador bautizó su movimiento) y ver por su permanencia y consolidación en los años por venir», señaló el exfuncionario a la prensa tras la cita.
El candidato de la izquierda será quien resulte ganador de una encuesta que se realizará a nivel nacional entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre próximo, y que incluirá varias preguntas.
Carrera de dos
En la puja por la candidatura también tomarán parte el secretario de Gobernación (Interior), Adán Augusto López, el senador Ricardo Monreal y el diputado Gerardo Fernández, aunque a la luz de los sondeos tienen escasas posibilidades.
Se espera que el secretario de Gobernación renuncie en los próximos días y que el presidente anuncie esta semana los relevos en el gabinete.
De 60 años y física de profesión, Sheinbaum gobierna Ciudad de México desde diciembre de 2018. En caso de ganar las elecciones, esta dirigente de ascendencia lituana y búlgara se convertiría en la primera mujer en ocupar la presidencia de México, segunda economía latinoamericana después de la brasileña.
Con llamados a la unidad en sus filas, Morena definió el domingo las reglas para la selección de su aspirante, en medio de suspicacias por la cercanía entre López Obrador y la jefa de gobierno de la capital.
El partido de AMLO —como es llamado el mandatario por sus iniciales— es de lejos el favorito para seguir gobernando por seis años más, independientemente de quién gane la candidatura, según varias mediciones.
«Las encuestas previas que se han realizado nos colocan en el primer lugar y estoy segura de que seguirá siendo así», sostuvo Sheinbaum, quien no especificó quién la sustituirá en el cargo.
De 63 años y ascendencia judía, Ebrard, quien ya compitió por la candidatura presidencial con el propio López Obrador en 2012, confió en ser el abanderado de Morena. «Sonrían, vamos a estar bien», manifestó a la prensa este licenciado en relaciones internacionales y exalcalde de Ciudad de México.
El presidente evitó pronunciarse este lunes sobre los aspirantes, pero los llamó a defender su movimiento político por encima de los intereses personales.
«Esos son ideales, son principios, el no mentir, no robar, no traicionar al pueblo; entonces, eso es lo que se tiene que poner por delante», expresó el gobernante durante su habitual rueda de prensa.
Todavía sin rival opositor
En los comicios generales también se renovarán las dos cámaras del Congreso, además de varias gubernaturas.
Tras su victoria en las elecciones para gobernador que se realizaron en el Estado de México —el más poblado del país— el pasado 5 de junio, el partido de López Obrador arranca como gran favorito para ganar la presidencia y lograr mayoría en el Congreso.
Los partidos opositores PAN, PRI y PRD acordaron mantener su alianza electoral con miras a las presidenciales, pero aún no han definido cuándo y cómo elegirán a su candidato.
De su lado, resaltan algunas figuras como el diputado Santiago Creel o la senadora Lilly Téllez, ambos del conservador PAN.
AFP