Acarigua.- Padres y representantes, apoyados por el personal docente y administrativo del Taller de Educación Laboral Páez, hicieron un llamado al Gobierno regional y municipal, para que brinden atención a las necesidades que tienen en la institución y que han sido expuestas en innumerables oportunidades.
En esta institución, ubicada en la calle 1 con calle 2 y 3 del barrio Bolívar de Acarigua, son atendidos 43 jóvenes, 17 hembras y 26 varones, desde los 15 años hasta la edad de la adultez, con compromisos y necesidades educativas especiales como autismo y síndrome de down, todos asociados a retardo mental.
La comunidad escolar dice padecer la desatención por parte de las autoridades del Estado. Lo pequeño del lugar no permite desarrollar las actividades necesarias para los estudiantes y se requiere de la construcción de al menos dos aulas, además de una cocina para el comedor.
«Estamos recibiendo los productos de la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE) y debemos cocinarlo en el preescolar de al lado. También necesitamos con urgencia un refrigerador para resguardar los alimentos y que no se dañen», expresaron los denunciantes.
El pequeño taller tampoco cuenta con una cancha o un espacio para las actividades deportivas o de esparcimiento. «Estamos desatendidos y hemos enviado varios oficios a la Alcaldía de Páez. No hemos tenido respuesta, también hemos hecho la queja por el Venapp».
Los voceros precisaron que otro de los problemas que se generan en la institución, es la cantidad de maleza que nace en la parte de trasera, lo que ha provocado una proliferación de serpientes que ponen en riesgo a los jóvenes y al resto del personal.
«En un día, hemos matado tres culebras. Las representantes se han puesto al limpiar algunas zonas, pero en la parte trasera el monte alcanza un metro de altura. En su mayoría, solo mujeres las que vienen a traer a los hijos y, entre ellas, hay personas de la tercera edad, que no pueden hacer esas labores de limpieza», explicaron.
El único baño de la institución está inservible. La poceta no está operativa y deben usar tobos de agua para bajarla. «Hay huecos en la pared por donde se meten las culebras», detallaron y agregaron que la mayoría de los estudiantes, debido a su condición especial, necesitan ayuda a la hora de hacer sus necesidades.
«El alcalde Rafael Torrealba nos hizo una promesa de que venía el lunes pasado a la institución y nunca llegó«, advirtieron e hicieron nuevamente la invitación a que los visite, para que conozca de primera mano la crítica situación que deben soportar los estudiantes con necesidades educativas especiales. (CNP 25.482)