Araure.- Un segundo encuentro de «superlucientes» fue realizado la tarde lluviosa de este viernes, 16 de junio, reuniendo a un grupo espectacular y muy diverso, para disertar sobre temas como el amor propio, las relaciones familiares, amor y desamor, e infancia y abandono, desde el punto de vista de la Neoprogramacion Emocional, método desarrollado por Lucía Di Natale.
Tener una segunda oportunidad es para algunas personas, un reencuentro literal con la vida y volvernos a ver en torno a la segunda edición de «La decisión de vivir» fue la realización de un plan para dar continuidad al grupo de apoyo para pacientes con cáncer, creado por Lucía Di Natale desde su sistema de Neoprogramación Emocional,(@laneo_oficial), pero que se ha ido ampliando para compartir conocimiento y vitalidad a todo aquel que desee recibirlo.
La Neoprogramación Emocional es
un método iniciado hace diez años por Di Natale, licenciada en Educación y neoprogramadora, con el que ha acompañado a un grupo de personas con patologías diversas, sobre todo cáncer de mama, durante la superación exitosa de su enfermedad y otras que están a mitad de su proceso.
El equipo de Portuguesa Reporta, se ha unido a esta iniciativa que permite tratar abiertamente y sin tabú, creencias, programas ancestrales temas que nos hieren y nos hacen reaccionar ante la vida de manera inconsciente, tanto biológica como emocionalmente, de forma inadecuada.
«La decisión de vivir” está vez contó con dos invitados súper especiales: Rosmary Yépez (@tierrayiga), que habló de su encuentro con el yoga y sus múltiples beneficios que se reducen a uno solo, el encuentro profundo y consciente con tu propio ser, y Alessandro Mea (@saemagong), quien presentó otra terapia para conectar con las emociones por medio del sonido ancestral del gong, una forma de meditación con música, que armoniza las células del organismo y calma la mente.
Una vez más, pudimos constatar la necesidad que existe de empatizar, reflexionar, crecer y desarrollar actitudes y aptitudes que nos liberen de creencias, prejuicios, culpas y que nos conecten con nuestra verdadera esencia, sabiendo que lo más importante es reconocer que si nosotros cambiamos, la vida y nuestro entorno, irremediablemente, será también diferente. (CNP 16.100).