Decenas de personas se reunieron este martes en una de las principales catedrales de Kiev para despedir, con dolor, a la destacada escritora Victoria Amelina de 37 años, muerta en Kramatorsk, región oriental de Donetsk, el 27 de junio, tras un bombardeo ruso a un restaurante de esa ciudad.
Al menos 200 personas, entre ellos la familia de la autora y su hijo de diez años, así como escritores y periodistas, muchos de sus amigos cercanos, se despidieron cerca de su féretro, cerrado, y cubierto con una bandera nacional amarilla y azul que era lo único colorido en el Monasterio de San Miguel de Kiev.
Había muchas flores, llantos y abrazos. La escritora dejó sus cuentos infantiles en febrero de 2022 para documentar los crímenes de guerra rusos en su país tras la invasión. Tenía reconocimientos literarios como el Joseph Conrad y fue finalista del Premio de Literatura de la Unión Europea.
“Con nuestro mayor dolor, les informamos de que la escritora ucraniana Victoria Amelina falleció el 1 de julio en el Hospital Mechnikov, en Dnipró”, anunció el domingo Pen Ucrania por medio de un comunicado.
“Amelina ha expandido su trabajo mucho más allá de la literatura. En 2022, se unió a la organización de derechos humanos Truth Hounds. Ha estado documentando crímenes de guerra rusos en territorios desocupados en las partes este, sur y norte de Ucrania, en particular en Kapytolivka cerca de Izyum, donde encontró un diario de Volodymyr Vakulenko, un escritor ucraniano asesinado por los rusos”, agregó la organización.
Amelina recibió el penúltimo adiós con una misa fúnebre en Kiev antes de ser enterrada en el cementerio de Lichakivski el miércoles, en su Leópolis natal.
“Hizo mucho por el Donbass; contribuyó a que la cultura ucraniana no olvidara esta región que Rusia invadió por primera vez en 2014”, comentó a EFE una joven identificada como una de sus lectoras.
Su conexión con América Latina
La escritora era además una activista cultural y traducida este año al español con su libro “Un hogar para Dom”. Amelina se convirtió en una documentalista de los crímenes de guerra de las fuerzas rusas que terminaron con su vida.
Por este motivo, realizaba una gira en Donetsk, cerca del frente de guerra, acompañada por el ex Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Sergio Jaramillo, el escritor colombiano Héctor Abad y la periodista Catalina Gómez, esta última corresponsal de France 24 Español y sobreviviente del ataque.
La escritora y los colombianos habían participado dos días antes de la Feria del Libro de Kiev y continuaban en tarea de documentación y promoción de la campaña de solidaridad «Aguanta Ucrania”. Ese viaje sería el último de Amelina antes de partir a Francia, donde ganó una beca por un año para terminar su libro sobre los crímenes de guerra rusos.
El 27 de junio, Jaramillo, Abad y Gómez compartían mesa en la pizzería Ría, popular entre corresponsales, militares y voluntarios, cuando un misil ruso impactó el establecimiento. Los tres acompañantes colombianos de la escritora sobrevivieron, pero el misil balístico Iskander mató a doce personas y dejó a varios heridos, entre ellos la escritora que falleció el domingo.
En un relato al diario El País de España, el escritor y periodista colombiano Héctor Abad Faciolince, narró los últimos momentos que compartió con la escritora. “Como había ley seca, Victoria se había pedido una cerveza sin alcohol. Sergio Jaramillo me había llenado un vaso con hielo y algo parecido a jugo de manzana. Victoria miró mi vaso: “Parece whisky”, dijo, y sonrió. En ese momento nos cayó del cielo el Iskander, el infierno.”, narró.
Abad Faciolince, que estuvo tan cerca de la muerte como todos en ese restaurante, prometió seguir investigando y denunciando lo sucedido con Amelina y los ucranianos durante la guerra.
“Ahora Victoria tiene domicilio en el cielo. No en el sentido cristiano o musulmán, no. En ese cielo inmaterial y mental, muy humano, que llamamos memoria”, concluyó.
Con EFE.
