Acarigua.- La Diócesis de Acarigua-Araure emitió un comunicado este martes, 4 de julio, ante los hechos en que se señala a uno de sus párrocos de «tocar inapropiadamente» a una joven de 17 años, confirmando que, mientras se lleve a cabo el proceso de investigación penal, el sacerdote estará suspendido del ejercicio ministerial y de sus obligaciones pastorales, abriendo el debido proceso canónico.
La misiva, firmada por monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de la Diócesis local, corrobora la denuncia sobre los hechos publicados este lunes 3, por Portuguesa Reporta.
«El día 03 de julio de 2023 fue recibida en la Curia Diocesana de Acarigua-A raure, la denuncia contra el Pbro. Jesús Antonio Palacios Arias, acerca de un presunto delito contra el sexto mandamiento, durante el ejercicio del sacramento de la reconciliación», se lee en el escrito.
Afirmó que, a través de la Comisión para la Cultura del Buen Trato, Salvaguarda y Prevención, se escuchó a la víctima y a sus representantes legales, «de acuerdo a las directrices y protocolos propios de la Iglesia Universal y de la Diócesis de Acarigua-Araure».
Asimismo, indicó que, posterior a conocer los supuestos hechos, la Comisión Diocesana notificó al Ordinario del Lugar y, en horas de la tarde de este mismo lunes, en la Curia Diocesana fue citado el presbítero Jesús Antonio Palacios Arias, para notificarlo sobre la denuncia en su contra y darle el derecho a la defensa, siendo escuchado por la comisión.
Allí, recibió su suspensión del ejercicio ministerial y de sus obligaciones pastorales «abriendo el debido proceso canónico». Asimismo, fue exhortado a «no realizar trabajo pastoral por los fieles, no celebrar públicamente la eucaristía, la predicación y el no ejercicio del sacramento de la reconciliación, desde este momento hasta que los hechos sean esclarecidos y exista una sentencia firme«.
– En mi condición de obispo, no me opongo al proceso de investigación del Ministerio Público, siempre y cuando, se respete el debido proceso, se haga justicia, se imponga la verdad y todo se realice de acuerdo a lo establecido en el ordenamiento jurídico venezolano, sostiene el monseñor Salas en el comunicado.
Desde la Diócesis manifestó su rechazo a «estos actos lamentables, que manchan la imagen de nuestra iglesia diocesana, Io cual nos compromete aún más a sembrar los valores morales y cristianos en pro de una sociedad más humana, cercana, justa y siguiendo las directrices de la Iglesia Universal, los protocolos y códigos de protección propios de la Diócesis de Acarigua-Araure, se garantiza la atención, de Niños, Niñas, Adolescentes y Personas Vulnerables que ameritan un cuidado particular fomentando espacios seguros».
De igual forma, hicieron una petición especial a la comunidad eclesial y «a todas las personas de buena voluntad» a evitar comentarios que denigren de los involucrados y a difundir noticias que no tengan fundamento alguno. «Confiamos en que el Espíritu Santo ilumine a todos los que forman parte en este proceso de investigación y que la maternal protección de Ntra. Sra. de la Corteza, cobije con amor a nuestra iglesia particular».
Vale acotar que, los presuntos hechos ocurrieron la mañana de domingo, 2 de julio, en la iglesia San Martín de Porres, ubicada en el barrio Bella Vista II de Acarigua, y fueron denunciados ante la Delegación Municipal Acarigua del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), por la joven y su madre. (CNP 25.482)
