Las lluvias intensas y los fuertes vientos de las últimas horas han provocado estragos en unas cuarenta ciudades de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, así como en el vecino estado de Santa Catarina.
La única víctima mortal reportada hasta ahora es una persona fallecida en el municipio costero de Rio Grande por la caída de un árbol en su residencia, de acuerdo con la Defensa Civil del país
El temporal también ha causado veinte heridos en otras dos localidades de Rio Grande do Sul, aunque ninguno de ellos de gravedad.
Además, unas 825.000 personas están sin energía eléctrica en la región, según los datos de las concesionarias que atienden a ese estado brasileño, que cuenta con alrededor de 11,3 millones de habitantes.
También se han registrado destrozos en carreteras e inundaciones, tanto en Rio Grande do Sul como en Santa Catarina, por los efectos del ciclón, que en algunas ciudades han dejado rachas de viento cercanas a los 150 kilómetros por hora.
En Florianópolis, capital de Santa Catarina, un avión derrapó la víspera en el aeropuerto de la ciudad y solo pudo ser retirado de la pista en la mañana de este jueves, en un incidente sin heridos, pero que ocurrió la cancelación de decenas de vuelos.
Las autoridades brasileñas han hecho un llamado a la población de las zonas afectadas para que se resguarden en lugares seguros.
El estado de Paraná, también en el sur del país, emitió «alerta naranja» por el ciclón, que también está dejando fuertes vendavales en estados del sudeste, como Sao Paulo, el más poblado y rico del país, y Río de Janeiro.
Según las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), el ciclón se desplazará este jueves hacia la costa de Rio Grande do Sul.
El mes pasado, el paso de otro ciclón extratropical tuvo la muerte de 16 personas y al menos 15.000 evacuados en Rio Grande do Sul, como consecuencia de corrimientos de tierra e inundaciones causadas por las intensas precipitaciones.