La operación comando que sorprendió a la mayoría de los reclusos de Tocorón, en el estado Aragua, Venezuela, estuvo apoyada en personal táctico, equipos de última generación, material explosivo, y vehículos blindados de la División de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía.
Dentro de la cárcel el armamento se equiparaba al usado por la fuerza del Estado: metralletas, granadas, miras telescópicas, rifles, teléfonos inteligentes, y los más sanguinarios delincuentes liderados por Héctor Rusthenford Guerrero Flores, apodado el «Niño Guerrero».
Fue él quien creó desde Tocorón todo un entramado delincuencial que ha pasado a la historia como “El Tren de Aragua”, cuyos tentáculos de extorsión, secuestro, sicariato, robos, trata de personas, llegan hasta siete países de América Latina como Perú, Chile, Ecuador y Colombia.
Aunque en las imágenes del hallazgo, el ministro de Interior, Remigio Ceballos, informó que habían incautado todo tipo de armas, que localizaron túneles por donde lograron evadirse algunos presos que luego fueron recapturados y que esta era la primera fase de la toma, nada dijo sobre el paradero del artífice del Tren.
Dos delincuentes en un matorral fueron presentados en una foto publicada por el Ministerio de Interior y Justicia, rodeados por militares, luego de que habrían intentado escaparse del megaoperativo que involucró a 11 mil hombres, según una nota oficial.
Del “niño Guerrero” ni rastros. Hasta la redacción de esta nota no se ha dado información del paradero del hombre más temido en la cárcel de Tocorón, mientras circulaban audios que hablan de su fuga, a través de uno de los túneles construidos al mejor estilo del Chapo Guzmán.
“Hemos puesto fin a las irregularidades de este espacio, hemos detectado unos túneles, en ese sistema de túneles hemos impedido una fuga masiva, y hemos controlado a todos los privados de libertad”. Aunque esta declaración de Ceballos incluía a “todos”, más adelante dijo “hemos capturado personas con armamento que están aportando información de interés criminalístico y vamos tras la búsqueda de otros individuos en una segunda fase”.
Las imágenes son más que elocuentes: uso de explosivos para derribar las puertas de un penal que debía estar bajo el control y seguridad del Estado, familias enteras, abuelas, mujeres y niños que acompañaban a los reclusos a pesar de que la pernocta solo se permitía los fines de semana, un zoológico y un túnel sofisticado.
Ranchos construidos fuera del edificio del penal, con electricidad y antenas de televisión por cable, era el área que denominaban El Mercado y que ardió en llamas que debieron sofocar los bomberos.
“Durante la inspección, funcionarios mencionaron que en esta cárcel hay un cuarto completo de máquinas para minar Bitcoin, motos de alta y baja cilindrada, parque infantil, heladerías, restaurantes, piscina, estadio de béisbol y una discoteca llamada Tokio”, escribió la periodista Rosibel González para el portal de sucesos Crímenes Sin Castigo.
Pero llama la atención una publicación en el portal de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, en la que aseguran que aunque aplauden el control de las cárceles, dudan de la veracidad de una “entrega controlada” y apunta a negociaciones con pranes, para entregar el penal a cambio de su escape.
En la nota titulada «Los pranes entregaron Tocorón» dice que el «OVP pudo conocer que esta supuesta intervención a Tocorón fue conversada con Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño” Guerrero, máximo líder del penal y del Tren de Aragua, quien se encargó de salir del penal días antes de la intervención. Asimismo, lo hicieron sus más allegados, lugartenientes y luceros, sin informar a la población penal».
Además aseguran que la información fue confirmada por fuentes cercanas a la operación militar, vecinos del centro penitenciario, privados de libertad y familiares.
“A una intervención en la que dejan ir a los pranes no se le puede llamar exitosa y mucho menos cuando fueron los mismos pranes quienes entregaron Tocorón”, e invitan al régimen a presentar la fotografía de la captura de “Niño Guerrero” y sus secuaces para tranquilidad de la población.
Otras de las interrogantes que se hace el OVP es el número de reclusos trasladados del penal. ¿por qué el penal de una población de unos 5.500 presos pasó a albergar 3 mil reclusos y ahora en esta toma hay unos 1.500 ¿Dónde están esos presos que faltan?.
Vecinos de Tocorón aseguraron que los comercios fueron obligados a cerrar el día anterior a las 3 de la tarde y que durante la noche y antes del amanecer sufrieron cortes eléctricos y de señal telefónica.
El ministro Ceballos aseguró que la fase dos será en las próximas horas.
NTN24