Nayib Bukele informó a través de sus redes sociales acerca de la declaratoria de emergencia, cuya aprobación corresponde, de acuerdo con la legislación de su país, a la Asamblea Nacional, y agregó que esta se emite “a fin de garantizar la seguridad de la población”.
La solicitud ya fue atendida por el órgano legislativo e implica la emisión de una alerta roja, que es la más crítica en una escala de cuatro estados de emergencia, así como la suspensión de clases a nivel nacional.
El decreto de emergencia permitirá al Gobierno destinar fondos para manejar la situación.
La medida llega después de que el Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Estados Unidos, detectara vientos de 65 km por hora en un fenómeno que se originó como una depresión tropical, y que podrían intensificarse a medida que el sistema se acerca a El Salvador.
De acuerdo con las previsiones meteorológicas, se espera que Pilar llegue entre la noche del martes 31 de octubre y la madrigada del miércoles 1 de noviembre a las costas salvadoreñas, arroje fuertes lluvias y cause inundaciones a lo largo de la costa dentro de las próximas 48 horas.
«Se pronostica un fortalecimiento adicional en los próximos días, y Pilar podría estar cerca de la fuerza de un huracán el martes», señaló el CNH.
El país ha habilitado hasta el momento 100 refugios para atender a los afectados por el fenómeno.
Una región golpeada por fenómenos climáticos
Pilar amenaza a Centroamérica. La vecina Honduras ha activado también una alerta de tormenta tropical por el fenómeno que golpeará su costa pacífica, según las previsiones.
El Pacífico se ha visto afectado en los últimos días por fuertes fenómenos climáticos, como la tormenta tropical Otis, que alcanzó el máximo grado 5 y golpeó la ciudad mexicana de Acapulco, ocasionando la muerte de al menos 48 personas.
Según un comunicado del Centro Nacional de Agua de México (Conagua), Pilar no representa una amenaza para Acapulco. Sin embargo, se pronostican lluvias intensas en Chiapas y Oaxaca, así como fuertes ráfagas de viento y oleaje elevado en las costas de esos estados.
El Salvador todavía se recupera de la devastación causada hace un año por la tormenta Julia, que arrasó cultivos de granos con súbitas inundaciones y ocasionó la muerte de 10 personas.
Con Reuters y EFE
