Acarigua.- El universo proporciona infinitas probabilidades de éxito a todos. Soñar no cuesta nada. Pienso, luego existo. Dios dice: «pide y se te dará». La fe mueve montañas y si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña.
Este conjunto de ideas, frases famosas que todos conocemos y no todos aplicamos, algunas veces se posicionan en una mente decidida a tomar acción y buscar la forma de desarrollar una habilidad artística que produzca dinero y no se queda a esperar que las oportunidades aparezcan.
Fabián Soto, tiene las palabras mágicas a flor de labios: «creo en mí» y va haciendo realidad su emprendimiento con paso firme, porque es un joven decidido a triunfar en el mundo de la moda y el arte urbano.
Actualmente tiene su propia marca de franelas en las que grafitea y estampa sus dibujos, pero no se escapan de sus coloridos aerosoles pantalones y chaquetas.
A tal punto ha gustado su emprendimiento, que ya algunas boutiques tienen su línea.
Pero él es un artista que, además, quiere hacer de su talento para el arte urbano, su medio de obtener una mejor forma de vida para él y su abuela…y va muy bien encaminado.
«Desde pequeño fui muy emprendedor. Vendí tortas, trabajé en una panadería. A los 12 años compré mis estrenos de diciembre vendiendo panes y dije: ‘puedo lograr algo mejor’. Por la situación del país, mucha gente se desanima y se va, yo creo que si tienes talento, puedes lograr algo aquí y mucho más afuera, que hay más oportunidades. Yo quiero aprovechar bien estas oportunidades que se me están presentando. Quiero que fluya aquí y también viajar a otros países, eso lo estoy creando. Ya me estoy dando a conocer, con mi talento. Los límites los pones tú mismo», afirmó.
«Quiero ser famoso»
Este acarigueño de apenas 18 años, sueña en grande y tiene clarísimo por dónde iniciar su ascenso.
«Mi interés por el arte nace desde muy pequeño. Yo estaba en baile, estuve en eventos de dibujo, practiqué fútbol y también tocaba algunos instrumentos. Veía entrevistas y videos musicales, y me gustaba mucho la ropa y el estilo que usaban los cantantes. Me imaginaba siendo una figura pública, futbolista, bailarín, baterista y desde pequeño he tenido muchas ideas para llevar a cabo», dijo.
Fabián no ha estudiado dibujo formalmente aunque hizo sus pininos con la artista plástica Irene Pietrozzanti, pero eso no le ha impedido colorear desde murales hasta hacer intervenciones de objetos decorativos, desde de los 8 años.
«Es que siempre ha sido mi hobbie. Participé en eventos de la escuela de dibujo y en el colegio mis compañeros me pagaban por ello», explicó.
Todo tipo manifestación artística le gusta, pero se siente identificado con el grafiti. Él buscaba en internet este tipo de actividades de calle muy popular en otros países, veía los videos de personas grafiteando a otras o alguna pared.
«Me doy cuenta lo llamativo y lo espectacular que es. Entonces yo quise aprovechar mi talento y traer eso a mi entorno».
Arte&negocio
Y entendió, además, que podía ser un modelo de negocio interesante y diferente, porque cada franela que estampa, es única.
«Yo inicié con estampado DTF, pero un día vi un video de un chico grafiteando franelas en una ciudad europea y la cantidad de gente que lo rodeaba, y yo dije: ‘necesito expresarme así, necesito traer esto’. Allí, me di cuenta lo que tenía que hacer y cuando empecé a hacerlo, a mucha gente le encantó, me compraban, querían más y decían que era algo diferente a otras propuestas. ¡Lo que hacía, gustaba! me reposteaban, me escribían pidiéndome un diseño para algún pantalón, algún suéter, vestido y bueno, siempre he tenido el apoyo de mi público que aprecia lo que hago», indicó Fabián.
El «direct to film» (DTF) significa impresión directa sobre film. Consiste en imprimir un film especial, con tintas DTF, al que se le aplica un polvo adhesivo y se cura con calor, para luego aplicar en la prenda como cualquier transfer o vinilo.
Desde que inició ha buscado la mejor calidad con el mejor proveedor y buen precio. Dice que ha encontrado las mejores telas 100 % algodón, que le da a su producto flexibilidad, suavidad y comodidad al momento de usarlo.
Explicó que los modelos pueden variar, porque depende de tres factores: lo que está en tendencia, lo que a él como artista le gusta y la preferencia del público.
«Empecé con ‘over size’ que era lo que se estaba moviendo. Yo estudio el mercado, veo qué dejó de estar a la moda y qué puede volver. Analizo las tendencias, por ejemplo, en Europa se está usando mucho el ‘Box Fit’ y quise traerlo aquí, siento que va a ser un ‘sold out’ y va a romper las expectativas».
Posicionando la marca
Es un muchacho que sin muchos recursos ha emprendido un negocio y relata que, como todos, ha tenido sus fallas y decaídas, pero que también ha aprendido a levantarse y superar esos estados de ánimo «y lo he hecho muy rápido, constante y me está yendo mejor de lo que creí. Me he rodeado de personas que me han apoyado, que creen en mí y vamos a seguir así, dándole al público lo que desea».
«Estoy 100 % seguro que puedo lograr posicionar mi marca, si sigo así de constante, rodeándome de personas buenas, agradeciendo a Dios por todo lo que me ha dado y por este talento estoy seguro», indicó.
La llamó «Wolfrose», porque desde muy pequeño veía una series de lobos adolescentes y se imaginaba como uno de ellos.
«El lobo es un animal con muchos significados y las rosas, para mí, son arte natural; su perfección, la variedad de colores, es algo muy lindo entonces quise combinar el lobo con la rosa. Todo lo que subí a mis páginas, a mis estados de WhatsApp, mi fondo de pantalla, era un lobo con una rosa. Por eso ‘Wolfrose'», explicó.
Fabián señala que aprendió a trabajar desde pequeño porque su padre le enseñaban a ganarse sus cosas. Tenía un taller mecánico y si le pedía dinero, primero lo ayudaba a recoger las herramientas. «Gánatelo», le decía, y él se iba contento a comprar dulces.
A la par, quiere seguir estudiando, ampliando el camino, seguir preparándose, estudiar Diseño Gráfico y especializarse en moda y marketing.
«Quiero ser un profesional, que la gente sepa que soy una persona preparada. Esa es mi aspiración».
«Mi sueño es tener una vida tranquila, tener una familia, vivir cómodo, estar tranquilo, en paz, poder viajar y darle una casita a mi abuela, que es la que me ha enseñado todo, me ha dicho cómo ser mejor persona, inculcándome valores, el respeto, la amabilidad. Mi abuela es mi madre, es la que siempre está cuando me enfermo, la que siempre me da el abrazo que necesito, está pendiente de mi comida. Estoy con ella desde los dos meses y siempre ha estado ahí para mí, me ha llevado a la iglesia y hablado de Dios; ella me enseñó lo maravilloso que es. Mi sueño es poder abrir tiendas en muchos lugares y tener mi propia fábrica». (CNP 16:100)
