Acarigua.- La moda es una de la expresiones culturales del ser humano más cotidianas. Define épocas, muestra nuestros gustos y personalidad, y forma parte tanto de una de las tareas artesanales más antiguas y bellas como de la industria más extensa, necesaria y fabulosa del mundo.
Acarigua cuenta con varios diseñadores destacados y personalidades dedicadas a mostrar lo que es tendencia en esta área, a través de eventos periódicos, pero existe aquí la única escuela con especialidad en diseño de modas, cuya propietaria e impulsora es la diseñadora Lissette Valbuena.
Una trayectoria de más de 30 años de experiencia desde que Lissette se graduó en el Colegio Monseñor de Talavera (CMT) de Maracaibo -no solo en el diseño sino también en la confección-, respalda este proyecto, semillero de futuros creadores de la moda nacional, siempre destacada en las pasarelas de moda y los certámenes de belleza.
Fue profesora y luego coordinadora de la carrera Diseño de Mosa en el Talavera de Acarigua y, cuando se retiró, su taller fue designado como centro de pasantías.
Son muchos los eventos nacionales en los que ha participado como simposios y desfiles, más otros tantos internacionales como semanas de la moda en Miami (Estados Unidos), Colombia, Ecuador, Perú y Costa Rica.
Actualmente, está dedicada a hacer crecer su marca personal «Lissette Valbuena», con piezas exclusivas Prêt-à-porter, trajes ejecutivos y de fiesta, carteras y próximamente zapatos.
«Los sueños no tienen límites y todo lo que yo pueda crear, lo haré», afirmó la diseñadora.
Pasión natural
Nació en Maracaibo, pero creció en Acarigua y es en Portuguesa donde ha desarrollado su pasión por el diseño y la costura. Dibujar fue siempre algo natural desde su niñez, un talento estimulado por su padre, quien frecuentemente le compraba colores.
Su primer diseño hecho a los 12 años, lo cosió su abuela. «Mi mamá quería vestirme igual que mi hermana y yo me negué, y dibujé el vestido que quería usar; apoyada por mí abuela me vestí como quería», recordó.
A los 15 años se atrevió a confeccionar su primer vestido en tela de lino que no quedó muy bien y a partir de allí, decidió dedicarse al mundo de la moda, estudiar y prepararse formalmente para lograr su propósito. En 1989 culminó su carrera a los 19 y desde allí hasta hoy no ha parado de actualizarse.
«La experiencia y los años juegan un papel primordial en el proceso de la creación y confección de gama alta, en la moda. Después de 15 o 20 años, podemos llamarnos profesionales en el área. Es una capacitación continua porque la moda es cambiante, cíclica, se debe estar al tanto de las tendencias, aportar nuevas ideas. Un engranaje permanente entre la capacitación y la experimentación», afirmó.
Durante muchos años diseñó y confeccionó. Sin embargo, en algún momento en que tuvo una crisis personal y vio derrumbarse su entorno familiar, tuvo dudas que una vez superadas, emergió en su alma con más fuerza la confirmación de que diseñar y crear sobre telas era su vida y pasión. «Me encontré a mí misma y renací, con más fuerzas y nunca más me desenfoqué de lo que me gusta».
Considera que una creadora de modas alimenta su musa de la belleza femenina, de una dama moderna, que cumple diferentes roles y gusta de andar cómoda y bien vestida. Divina en cada momento de su día a día o evento especial.
Moda, gusto y colección
La moda -indicó- es lo que está en boga en un momento determinado. El buen gusto es la armonía entre todos los elementos del atuendo, combinación acertada de la vestimenta. Una colección de moda se refiere a una serie de prendas diseñadas desde un punto de origen, estilo y temporada; refleja las tendencias que marca la industria de la moda, incorporando elementos clásicos que le dan el sentido refinado al outfit.
A nivel nacional, la diseñadora ha participado en muchos eventos. llevando sus prendas y estilo a Falcón, Zulia, Lara, Carabobo, Margarita (Nueva Esparta), donde ha hecho excelentes negocios y Caracas, en la que tiene grandes aliados comerciales.
Ya ha sido invitada para el próximo año, a representar a Venezuela en una “semana de la moda” en Colombia, país donde se ha ganado un sitio especial entre las naciones latinoamericanas que hacen eventos similares.
«Me gusta mucho ver mis prendas terminadas. Me enamoro de mis vestidos y no deja de sorprenderme cómo, de una tela y un diseño plano, surge una pieza dimensional que puede causar tantas sensaciones y verla en pasarela es realmente un orgullo», dijo.
Lissette agregó que aunque en Acarigua se están haciendo muchos eventos de moda, hay necesidad de ahondar y culturizar sobre el tema, que no siempre es banal. «Hacer moda también es enseñar, usar los términos adecuados porque hemos tenido ‘semanas de la moda’ de un día. Es necesario hacer conferencias, además de los desfiles, e ir dejando un legado en esta forma de vida».
«Mi mejor momento»
Sin dudarlo, Lissette afirma que es ahora cuando está en la plenitud creativa. Es una mujer madura y plena, como su marca, que ha ido creciendo con ella y ahora es que tiene planes para desarrollar.
Entre sus planes, destaca la Escuela de Moda y Diseño Portuguesa (Esmodi), que comenzó a partir de la necesidad de las estudiantes de Diseño de Moda del «Monseñor de Talavera» y otros institutos universitarios, de hacer prácticas.
«Me llegaban pasantes de aquí, Valencia, y Barquisimeto que querían un curso. La escuela se inició en el año 2021, en plena pandemia. Llamé, una vez que tuve el local y un diseño curricular, a tres grandes diseñadores locales que se unieron y aportaron sus conocimientos: Freddy José Báez (+), Víctor Hugo Sánchez y Daniel Riera. Los cuatro iniciamos este sueño con el que quiero dejar un legado a Portuguesa, a esta tierra donde crecí y me lo ha dado todo».
Se enorgullece al pensar en el impacto que ha tenido en el estado, porque ha recibido estudiantes de Guanare, Píritu, Turén, Agua Blanca, Boconoíto, Algodonal, San Carlos y Barinas. El éxito ha sido tan rotundo como la única escuela formal de diseño de modas, que pronto estará avalado por el Ministerio de Educación venezolano.
Proyectos
«Tengo muchos planes. Hace mucho inicié mi línea de carteras que me abrió las puertas del mercado internacional y que retomaré, a la par que crearé una línea de calzados con la marca Lissette Valbuena. Yo seguiré creando, no me limito, llegaré hasta donde Dios y la vida me permitan llegar…¡ahí voy, confiada y segura!», expresó. (CNP 16.100)