El Ejército de Liberación Nacional (ELN) cesará «las retenciones con fines económicos (…) en el marco de la prolongación del cese al fuego prevista para finales de enero del año entrante», según establece el comunicado conjunto emitido por ambas delegaciones.
«Un anuncio, que creo que es trascendente para la paz en Colombia», expresó Vera Grabe, jefe y representante del Gobierno colombiano en la Mesa de Diálogos con el ELN, al clausurar este ciclo de conversaciones iniciado el 4 de diciembre. «Después de momentos críticos en este proceso avanzamos con firmeza hacia la paz», agregó.
Esta quinta ronda de negociaciones para poner fin a seis décadas de conflicto comenzó en medio de la crisis más grave que ha enfrentado el proceso, tras el secuestro por parte del ELN de los padres del futbolista Luis Díaz el pasado 28 de octubre.
Su madre fue liberada poco después, pero su padre, Luis Manuel Díaz, permaneció en cautiverio 12 días y fue finalmente liberado el 9 de noviembre. Su secuestro generó una crisis en el diálogo entre el Gobierno colombiano y el ELN, iniciado después del establecimiento de un cese al fuego en junio pasado.
Sin embargo, a finales del mes pasado, la delegación gubernamental anunció que los representantes de ambos equipos se reunirían para intentar superar la crisis. Grabe afirmó este domingo que «las crisis cuando se aprovechan, nos fortalecen, se vuelven una posibilidad», mientras sostiene que alcanzar la paz en este momento es un acto «revolucionario».
Un mismo objetivo: «la paz»
Además, según el comunicado, los acuerdos alcanzados al finalizar este quinto ciclo reafirman el proceso de paz y dicen establecer las condiciones para la extensión del cese al fuego, actualmente vigente hasta el 29 de enero.
«Es factible extenderlo hasta febrero», declaró Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, afirmando además que tanto la guerrilla como el Gobierno colombiano tienen el mismo objetivo: la paz. «Somos socios, somos responsables de construir ese mandato», subrayó.
Ambas partes, Gobierno y ELN, han acordado reunirse nuevamente en Cuba el 24 de enero para una sexta ronda de conversaciones.
Reacciones al acuerdo
«Mi reconocimiento al Gobierno de Colombia y al ELN quienes, a través del diálogo constructivo, la voluntad política y con compromiso por la paz, superaron diferencias alcanzando importantes acuerdos para la sociedad colombiana en este quinto ciclo de diálogos», dijo Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general de la ONU y jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia.
El diplomático añadió que «Naciones Unidas seguirá acompañando el proceso de transformaciones y de consolidación de la paz en Colombia». «Todo nuestro agradecimiento a México por su generosidad y solidaridad con Colombia en un momento importante para el país y para esta Mesa de Diálogos», resaltó Ruiz Massieu.
En este sentido, Juan Fernando Cristo, exministro del Interior y negociador de paz con las FARC, mencionó que «el anuncio del ELN de suspender la práctica del secuestro y dar información sobre los secuestrados en su poder es una buena noticia para el país y las víctimas». «Un avance clave que contribuye a generar confianza en el proceso de paz con esa guerrilla», afirmó Cristo.
La senadora conservadora Nadia Blel también valoró el anuncio de «la suspensión del secuestro extorsivo» y dijo que «es una buena noticia» para el país. «Sin embargo la verdadera voluntad de paz se debe demostrar liberando a todos los secuestrados que tienen actualmente, nadie debe ser víctima de un crimen tan atroz», agregó en X.
De acuerdo a defensores de los derechos humanos, como la Fundación Paz y Reconciliación, la guerrilla del ELN mantiene unas 30 personas privadas de la libertad en la actualidad y es responsable del 11% de los secuestros llevados a cabo desde agosto de 2022, cuando el Gobierno del progresista Gustavo Petro asumió el poder. Según un informe de la ONG, el país ha visto en 2023 un repunte de los secuestros, el mayor de los últimos ocho años, con un total de 287 contabilizados hasta octubre pasado.
Según el Derecho Internacional Humanitario y de acuerdo con las Convenciones de Ginebra que sientan sus bases, la toma de rehenes, que incluye a cualquier civil sin ningún papel en el conflicto o cuando se solicita dinero a cambio de su liberación, constituye un crimen de guerra.
Con EFE y AFP
