Cerca de 11.000 personas han resultado heridas desde el 7 de octubre, según las cifras publicadas por el Ministerio de Salud israelí, entre ellas unos 6.150 miembros de las fuerzas de seguridad, soldados y policías. Más de 2.000 de ellos han sido reconocidos como discapacitados permanentes.
Aunque la gran mayoría resultaron heridos en el frente de Gaza, especialmente el 7 de octubre y desde el inicio de la incursión terrestre, muchos sufrieron heridas en la frontera norte por fuego de Hezbolá, y también por ataques antiisraelíes en Cisjordania. Es probable que estas cifras sigan aumentando en las próximas semanas y meses, porque, como parecen coincidir muchos observadores, la guerra no está a punto de terminar.
Escasez de personal en los hospitales
Los datos del Ministerio de Salud comunicados a la Knéset muestran que Israel está literalmente desbordado por el número de soldados y civiles heridos. Uno de los problemas es que parte del personal está movilizado. Médicos, enfermeros y paramédicos están sobre el terreno para prestar primeros auxilios como parte del servicio sanitario del ejército.
Se han instalado dispensarios en las líneas del frente, pero la mayoría de los heridos son transportados por aire desde el enclave palestino por la unidad de élite 669. Esta unidad de élite fue creada originalmente por las fuerzas aéreas para encontrar y sacar a los pilotos que se habían eyectado de sus aviones, pero con los años se ha convertido en el principal canal de evacuación de soldados heridos en condiciones de combate.
Los principales hospitales de Israel son capaces de duplicar su capacidad funcional, o incluso más si hay una emergencia. En la mayoría de los casos, enormes aparcamientos subterráneos se transforman en salas de tratamiento y quirófanos. También ahí, la escasez de personal sigue siendo un problema, incluso en tiempos de paz.
Las secuelas de la guerra
Después del frente, hay la rehabilitación para los heridos graves, pero también las secuelas de la guerra que ya se dejan sentir. Entre ellas, el trastorno de estrés postraumático. Israel tiene experiencia de guerras anteriores en este ámbito. Decenas de miles de israelíes están afectados y, por supuesto, los rehenes liberados y las familias de todos los que siguen retenidos en Gaza están bajo control psicológico.
Pero hay otros fenómenos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre el riesgo de epidemias en la Franja de Gaza, que podrían afectar a los soldados israelíes. Ya se han detectado numerosas bacterias resistentes e infecciones entre los soldados heridos en el enclave palestino.
RFI