Acarigua.- Un día como hoy, hace 19 años, Miguel Cabrera se estrenó en las Grandes Ligas y lo hacía como un héroe; presagio de la leyenda en la que se convertiría en el Big Show.
Fue el viernes 20 de junio de 2003. Lo hacía con los nobles Marlins de Florida (hoy de Miami), un equipo que juntaba a figuras como Álex González, Mike Lowell, Derek Lee e Iván Rodríguez, que más adelante harían historia en conjunto, y con otros novatos.
Era el primer juego de una serie de tres partidos ante los Reales de Tampa Bay, en el entonces Pro Player Stadium (hoy Hard Rock Stadium).
En sus cuatro primeros turnos, el novato de Florida falló pero con el marcador igualado a una carrera y su compatriota Álex González en segunda, tras un doble, «Miggy» salió a enfrentar a Al Levine con un out en la pizarra.
Fue el momento de oro. Ante el primer lanzamiento del derecho, el de Maracay conectó una tabla al jardín central, siendo este su primer hit y jonrón en Las Mayores. Todos los jugadores de los Marlins salieron del dugout a celebrar, quizás sin saber, que nacía una leyenda del béisbol.
Ese año, «el Muchacho de la Película», como lo bautizó el recordado comentarista deportivo Humberto «Beto» Perdomo, fue pieza clave para que Los Marlins de Florida se quedaran con el campeonato de Serie Mundial por segunda y última vez en su historia.
Todos sabemos que «Miggy» es hoy sinónimo de talento nato, dedicación y eso lo ha llevado al éxito, tras una carrera fuera de serie por 19 temporadas. Ahora mismo, forma parte del selecto grupo de los 3.000 hits, 500 jonrones y 600 dobles (ya por encima en todos los renglones) y por si fuera poco, el venezolano es el único latino, hasta ahora, que ha ganado una Triple Corona de Bateo. (CNP 25. 482)