Araure.- Si con algunas palabras podemos describir al joven y exitoso atleta del beach tennis o tenis de playa, Carlos Humberto Vigón Alvarado, esas serían “enfoque” y “determinación”, porque a pesar de su corta edad, es ya uno de mejores del mundo en este deporte al que lleva dedicado 12 años, y un empresario que disfruta su presente y visualiza su futuro de forma tan clara, que asombra.
Con solo 24 años, este atleta está ubicado en el ranking TF número 15 a nivel mundial y número 2 de la selección nacional de la Federación Venezolana de Tenis, titulándose campeón nacional de Venezuela en 20 oportunidades. Ésta última lograda apenas esté sábado, 24 de febrero, junto a su pareja de juego, Eduardo Garay.
En encuentros internacionales, Vigón ha sido campeón mundial single (Terracina Italia) en el 2019, dos veces subcampeón panamericano; primero en 2022 (Rosario-Argentina) y luego en 2023 (Iquique-Chile). Logró también el tercer lugar del mundial por equipos en en 2022 (Brasil), medallas de plata y bronce en los suramericanos realizados en Santa Marta, Colombia y fue finalista BT 400 en Brasil y BT 200 en Florida, Estados Unidos.
Aun cuando su carrera deportiva va en pleno ascenso, Carlos Humberto, sigue siendo un joven muy introvertido, dedicado a sus planes empresariales y pensando con mucha madurez que ese ímpetu físico que lo ha llevado a las más calificadas experiencias mundiales, es finito y, por lo tanto, hay que invertir también en otras opciones de negocios.
El atleta está actualmente entre los nombres más famosos del beach tenis internacional y es un gran orgullo para él y todos los venezolanos, tener una raqueta propia que puede ser adquirida y usada en cualquier país del mundo, con la firma de Carlos Vigón, el «ser de otro mundo», el «alien» del tenis de playa venezolano.
Del fútbol al bech tennis
Carlos nació en Caracas, pero ha vivido siempre en Araure, nieto de dos conocidas personalidades, el Ing. Arnaldo Alvarado y su esposa Eduviges, e hijo de la mayor de esta pareja, María Angélica Alvarado y su esposo Gerardo Vigón, familias arraigadas en esta tierra.
Confesó que tuvo un bachillerato muy inestable, por lo que que transitó de un colegio a otro hasta graduarse de bachiller en el Colegio “La Corteza”. La profesionalización llegó tan rápido, y su dedicación al deporte, el entrenamiento y los compromisos internacionales fueron tan exigentes, que desde entonces, su atención y tiempo han sido exclusivos para su carrera deportiva.
«Comencé a los 13, yo jugaba fútbol y me inicio en el tenis de playa como un hobby, pero sentía esas canchas de arena como mi lugar seguro, el sitio donde mejor estaba. Sabía que tenía talento para eso, había algo dentro que mí que me decía que yo podía dar mucho más», indicó.
«Al principio no me gustaba, porque yo lo dejaba en el club para el entrenamiento de futbol, pero donde realmente iba era al tenis. Él y su papá me dejaban la casa llena de arena, finalmente dejé de disgustarme y comencé a entrenar yo también, porque si no puedes contra el oponente, lo mejor es unírsele», relató con humor María Angélica.
Llegó la primera competencia y cuenta que toda la familia se trasladó con él a Aruba, para ver jugar a los profesionales. Carlos participó con 13 años en la categoría sub-16 y ganó su primera medalla internacional.
«Yo dije ‘aquí es, esto es lo mío’. Y estoy logrando todo lo que quiero. Desde pequeño ha pasado así, me enfoco en mi propósito. Ahora, es un poco difícil conjugar las dos facetas de deportista profesional y empresario, pero mantengo mis metas», confirmó Carlos Humberto.
Siendo apenas un adolescente, no dudó en elegir la disciplina como forma de vida aunque dice que eso lo alejó de sus amigos. Entrenar y ganar, era más que una convicción juvenil, era su profesionalización, su pase al mundo de los grandes tenistas que él admiraba.
«Si yo salía un viernes con mis amigos, sabía que el sábado debía entrenar y tendría consecuencias y no fue que los perdí, pero tuve que elegir entre una parrilla o una salida y mi vida deportiva, y elijo la última. Estoy súper enfocado; tiene su sacrificio conseguir tu objetivo», dijo determinado.
Para eso, entrena diariamente dos horas y media y, además, da clases entre tres y cuatro horas a los amateur, en el complejo de canchas que ha construido y sigue ampliando para masificar y enseñar el deporte que le cambió la vida y que siente que todos podrían disfrutar, a cualquier edad.
El consejo
Es un deporte que puede ser jugado en cualquier etapa de la vida por recreación y entretenimiento. En el área de la competencia, por el contrario, mientras más temprano te inicies, mucho mejor, pero indicó: “requiere de mucha madurez mental, porque lo difícil es mantenerse y también, llegado el momento, hay que saber cuándo retirarse”.
«Considero que ese nivel de madurez en el juego y esa capacidad mental suprema, se logra a los 27 años, es la cúspide deportiva», declaró.
Carlos tiene un coach italiano, Paolo Tazzari, que lo asesora permanentemente a distancia y viaja a los torneos internacionales con el equipo venezolano, para poder lidiar con las separaciones de la familia, de la novia, la empresa, mantener a raya la ansiedad, la soledad, la frustración por resultados adversos y lograr la concentración.
Las etapas
Por ser una disciplina nueva en Venezuela y para la época de sus inicios, la selección junior no existía. Ésta se creó cuando Carlos tenía 16 y ya jugaba profesionalmente. La estrenaron entre otros atletas, los portugueseños Eduardo Garay y José David Latorraca, que fueron al mundial sub-14 en Rusia. En su tercer año fueron campeones mundiales, un orgullo para el equipo portugueseño.
Su proceso se dio paso a paso, empezando por torneos no tan exigentes, con la intención de sumar puntos para poder llegar a la cima del ranking, superando los grados de cada torneo. Ahora, solo juega en los grado 1, con los mejores del mundo.
«Es una sensación increíble, se siente muy bien. Uno toca piso cuando te das cuenta que aquellos a quiénes fui a ver jugar en mi primera competencia en Aruba, ahora me escriben para ser su contrincante. Entonces entiendo que lo estoy haciendo bien. Ganarles o tan solo enfrentar a los número uno del mundo cuando sientes tanto respeto por su talento, es increíble. Y ya les hemos ganado un par de veces. No hay comparación, por supuesto, nosotros les ganamos una vez y perdemos muchas más. Ellos pierden una sola vez y ganan, y ganan…y ganan», explicó.
El extraterrestre
Vigón es conocido en la cancha como «Alien» o «El Extraterrestre», así se puede leer en su raqueta -¡sí, una propia!- que lo declara ya como un ícono mundial del tenis de playa y que lleva el sello de Qickdsand, la empresa que lo patrocina y las banderas italiana y venezolana.
«Cada vez que íbamos a verlo jugar, su papá le gritaba, ¡eres lo máximo!, ¡no eres de este mundo!”, comentó la madre.
«Fue mi papá quién comenzó a llamarme ‘Alien’. No me agrada mucho porque me gusta ser muy discreto, soy muy introvertido. Por eso, no es que evito a los medios de comunicación, pero prefiero seguir en mi mundo y mi círculo muy cercano. Hasta ahora, eso me ha funcionado y así quiero seguir. En eso no me parezco a mis abuelos, que son muy sociables”, confesó.
Y así es. Realmente, para tener tanto éxito siendo tan joven, es muy serio y formal.
Enfocado -enfatizó- yo sé lo que quiero y a los 30 ya quiero haber logrado mi familia, hijos, la casa de mis sueños y trabajo, para estar establecido financieramente con la libertad económica para vivir a plenitud.
Cuando le advertí que solo le quedaban 6 años, aclaró que su mamá es la que suele ser su “cable a tierra”. Cuando se pone exigente, ella establece límites como su mano derecha en la empresa, manteniendo el equilibrio.
El empresario
Fue hace año y medio que inició su sueño de construir Setpoin, su centro deportivo, porque los clubes sociales son privados y éste es público, siendo a la vez una escuela.
“Representa, en primer lugar, el sitio donde puedo entrenar sin límite de tiempo y, en segundo, el respaldo de mi futuro. Es un espacio deportivo y de esparcimiento al que vienes a disfrutar con la familia. ¡Y qué más que vivir del trabajo que tú amas! La intención es masificar, dar a conocer todos los deportes con cancha de arena y eso está relacionado con playa, felicidad, relax. Por eso, el tenis, el fútbol, el voleibol de playa, son deportes 100 % recomendados”, indicó.
Proyectos
Ahora mismo, ampliar mi negocio y hacerlo un espacio deportivo multidisciplinario, y seguir compitiendo. El 19 de marzo voy a Brasil a jugar cuatro torneos grandes. Al final, tener una gran familia como lo he visto, con el ejemplo de mis abuelos, mis padres, y seguir viviendo tranquilo, compartiendo y enseñando el deporte que amo”, expresó. (CNP 16.100)