«Es un gran honor, una responsabilidad y un deber sagrado», afirmó Vladimir Putin, que agradeció a los «héroes» que combaten en el frente en Ucrania desde febrero de 2022.
«Atravesaremos este periodo difícil con dignidad y saldremos fortalecidos», declaró el mandatario.
En un momento de agudización de las tensiones con las potencias occidentales por su apoyo a Ucrania, Putin aseguró que Rusia no se niega a un «diálogo», pero dijo que «depende de ellos».
Rusia ordenó el lunes ejercicios nucleares en respuesta a lo que calificó como declaraciones amenazantes de dirigentes occidentales sobre un posible envío de tropas a Ucrania.
«Somos una nación grande y unida, y juntos superaremos todos los obstáculos, concretaremos todo lo planeado, y juntos, ganaremos», concluyó Putin.
Después asistió a una ceremonia religiosa con el patriarca Cirilo, líder de la Iglesia ortodoxa rusa, un gran puntal de apoyo para su gobierno.
En las elecciones de marzo, sin candidaturas disidentes, el mandatario, en poder desde hace casi un cuarto de siglo, obtuvo una victoria contundente.
Putin continuará en el poder hasta 2030. Y gracias a una reforma constitucional que aprobó en 2020, puede todavía presentarse para otro mandato hasta 2036.
La investidura ocurre a dos días del aniversario de la victoria soviética contra la Alemania nazi, el 9 de mayo, fecha que ha recobrado relevancia desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, que Putin compara a la lucha contra el Tercer Reich en la Segunda Guerra Mundial.
La ceremonia también coincide con un momento más favorable en el frente para el ejército ruso, después de encajar derrotas humillantes en 2022, en los primeros meses del conflicto.
Las tropas rusas intensificaron su ofensiva en el este de Ucrania y han tomado varias localidades, en los alrededores de la ciudad de Avdiivka, que lograron controlar a mediados de febrero, tras una ruda batalla que duró meses.
RFI con AFP