Acarigua.- Si algo le ha dado Portuguesa al mundo, es talento artístico, en todas las areas de la expresión cultural. La migración, ese fenómeno social que nos era desconocido, nos ha esparcido y uno de los países donde se nos recibe con afabilidad, es España.
Allí llegó hace muchos años, María José Russo Córdoba, con su voz, su salero y su gran capacidad de transformación en el escenario. Interpretar «de todo» -como ella responde al preguntarle cuál es el género que canta- no es para todos. El timbre de voz, el estilo e, inclusive, la personalidad, determinan en gran manera el repertorio.
No pasa así con ella en ningún aspecto. Puede pasar de ser hippie y excéntrica a exótica, sensual y diva…e ir de la balada al blues, el jazz, el foxtrot, al merengue o los géneros urbanos más actuales, con una versatilidad increíble.
Es, además, numeróloga, estudiosa del comportamiento humano y la espiritualidad.
Después de más de 35 años fuera de Acarigua, lejos de casa, radicada aquí y allá, donde la música la llevara, cantando por diferentes lugares de Europa, la vida y su madre la traen de nuevo al terruño originario a reencontrarse consigo misma, la familia, y los viejos y permanentes amigos de la juventud.
Por supuesto, cantando, porque ese ha sido y será su pasión y modo de existencia, siempre.
De vuelta
María José nació en Acarigua y estudió en el Liceo José Antonio Páez, donde participó en el Festival de la Voz Liceísta, pero aseguró que fue en su casa y con su papá, con quien inició en el canto.
«En mi familia todos somos melómanos. Había muchos discos de acetato de todos los géneros musicales y con mi padre -que tocaba el cuatro- comencé a cantar desde muy chiquitita, pero recuerdo que teniendo unos 5 años escuché un tema de Donna Sumer que me encantó y la empecé a imitar», explicó.
Al terminar su bachillerato se fue a Valencia a estudiar ingeniería química y, en paralelo, comenzó estudios de piano en el Conservatorio de Música. Durante esa época, la invitaron a cantar con Gustavo Celis (actualmente ganador de 9 premios Grammy), luego cantó durante 4 años con el prestigioso Jorge Track y su Banda Digital.
La música y los escenarios le llenaron el alma. Su atención absoluta, su mente y su tiempo, se concentraron en acordes, armonías vocales y letras en diferentes idiomas. La ingeniería y los estudios, en general, quedaron inconclusos cuando decidió dedicarse por entero al canto e irse fuera de Venezuela a probar suerte.
«Fue una gran escuela esta banda, que me servió de base para crear una propia, llamada ‘Kairo’, con la que girábamos por toda Venezuela», dijo.
En España
Llegó a Madrid en el año 2000 y de una vez comenzó a cantar en orquestas porque toda España se pone de fiesta en verano. Una de las más importantes fue la Scala Royal, que tocaba en el Meliá Castilla.
«Yo me siento en escena como ‘pez en el agua’. No siempre fue así. El escenario ha sido mi escuela, en el camino he ido perdiendo y ganando, y encontré sin problemas mi propia identidad vocal. Hasta grabé un disco pop-rock, hice todo el trabajo de composición y preproducción, pero no logré terminarlo» .
Siguió cantando en vivo, pero el clima determina en Europa el nivel de trabajo, -indicó- En temporada de verano se trabaja mucho, hay fiestas todos los días, en los bares, cafés, garitos irlandeses, plazas. En el invierno, por la nieve y las bajas temperaturas, hay que dosificar los gastos porque las contrataciones son ocasionales.
Después de 12 años en Madrid, se fue a las Islas Canarias. Allí se sintió «como en casa», por la similitud de su cultura con la venezolana.
«Tenerife y todas las islas es como si estuvieras aquí: la música, las costumbres y viceversa. Ellos, cuando vinieron de España, encontraron la eterna primavera de las Canarias, pero con una tierra mucho más fértil», acotó.
-Contándolo a grandes rasgos las cosas parecen fáciles, pero no es así. Es muy duro, yo lloré 2 años extrañando a mi familia, pero uno se se reinventa, te adaptas, te mimetisas, al punto de ser ya española, expresó.
Russo viajó cantado por Bélgica, Italia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, y lo hace en inglés, alemán e italiano.
Ella tiene extraordinarios recuerdos de su vida en España, pero al volver, dice que siente que debe pedirle perdón a Venezuela, por esa larga ausencia.
El show
La agencia para la que María José trabajaba, brindaba diferentes servicios artísticos para shows en vivo, teatro y televisión. En esta etapa hizo figuraciones y coros para muchos artistas famosos como Paulina Rubio, Chayanne, Lola Flores y Rocío Jurado, entre otros.
«Al principio, es muy emocionante cuando empiezas a ver a esos personajes famosos, pero luego ya te das cuenta que todo está preparado, es un show y entonces ya no es tan bonito».
-Aprendí mucho, a la música le debo todo. Apenas hace 2 meses que llegué y he estado cantando aquí en Acarigua.
A otra cosa
«He venido, entre otras aspectos, a cuidar a mi madre. También quiero avanzar en el área del bienestar, porque soy ‘personal trainer’, asesora nutricional, coach y numeróloga. Me gusta todo lo que tiene que ver con el bienestar físico y la trascendencia espiritual», indicó.
Afirmó que tiene ahora una forma distinta de ver la vida y desde el año pasado quiso ser feliz, sin ataduras de ego.
«Lo que encontré después de 52 años es plenitud. He despertado espiritualmente y aunque sé lo que quiero, estoy abierta y atenta a los cambios. Quiero fluir, cantar y enseñarle a la gente lo que he aprendido». (CNP 16.100)