Araure.- La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), presentó sus resultados preliminares en el sistema de rotación de arroz/soya en Venezuela, determinando las potencialidades de rendimientos posibles a alcanzar por los agricultores y las brechas productivas que tienen como desafío cerrar mediante el acceso a tecnología y un buen manejo agronómico.
Este 4 y 5 de junio, dirigentes del sector, agricultores y especialistas involucrados en este proyecto, disertaron sobre estos resultados preliminares, en la sala técnica de la Asociación de Productores Rurales del estado Portuguesa (Asoportuguesa), uno de los gremios que junto a la Fundación Nacional del Arroz (Fundarroz), Polo Agropecuario, el Fondo para el Desarrollo de la Soya (Fondesoya) y el Fondo Latinoamericano de Arroz de Riego (Flar), han dado sus aportes para el desarrollo de esta iniciativa.
Los resultados, aunque todavía no son definitivos, determinan que el potencial de rendimiento posible en Venezuela está en 5.8 toneladas de soya por hectárea y de 9.8 tons de arroz, con base a la oferta ambiental propia de este país tropical: radiación solar, temperatura y agua, de acuerdo a lo explicado por Alencar Zanon, asesor internacional especializado en la rotación de arroz (gramínea) y soya (leguminosa).
El sector ha explicado en distintas oportunidades que alternar la siembra de un cereal con una de leguminosa, es decir, pasar del cultivo de arroz al de soya, luego nuevamente arroz y así sucesivamente, puede ayudar a enfrentar problemas actuales —y recurrentes— como las infestaciones de plaga y la falta de nutrientes en el suelo.
Venezuela tiene 37 zonas agroclimáticas, de las cuales hay 5 ejes donde se produce arroz de riego, que es posible alternar con la siembra con soya: Acarigua, El Gateao y Las Majaguas (Portuguesa), Calabozo (Guárico) y el estado Cojedes, siendo hasta el momento la fecha oportuna de siembra de arroz en noviembre (ciclo norte-verano) y la de soya en mayo del siguiente año (ciclo invierno). “Cada momento que nos alejemos de la época ideal de siembra, perdemos 100 kg por hectárea en arroz”, señalaron los expertos.
Basado en los resultados del proyecto, la meta proyectada sería 4 y 8 toneladas posibles a alcanzar en soya y arroz, respectivamente, lo que representa alrededor del 80 % del potencial de rendimiento sobre el cual los especialistas recomiendan centrarse, ya que tratar de cubrir el 100 % conllevaría muchos más gastos para llegar al tope y, entonces, no sería rentable, que es lo que al fin y al cabo mueve al negocio agrícola: una mayor productividad para generar más alimentos y una rentabilidad que les permita invertir para seguir mejorando y produciendo, a un menor riesgo y costo.
Aunque se tiene tiempo intentando establecer la soya como un cultivo alternativo en Venezuela, los esfuerzos aún no se consolidan y especialistas indican que la falta de cultivar o variedad de semilla, ha sido una de las limitantes. En arroz, los agricultores tienen años de experiencia, con épocas mejores y otras que han impactado a tal punto la productividad por hectárea, que en la actualidad la brecha entre lo que se cosecha y el potencial posible ronda entre 40 %, 58 % y 64 %, según Fundarroz, Fedeagro y la FAO, de manera respectiva.
Luego de compartir datos de importancia en la fenología y rendimiento del arroz y la soya, a cargo del extensionista Daniel Brito (Fundarroz), el investigador Juan Figueroa y el técnico Alberto Pérez (Asoportuguesa), representantes de Polo Agropecuario y el especialista Wilmer Chacón, el primer día de presentación de resultados concluyó en que antes de implementar a gran escala el sistema de rotación, mejorar los rendimientos y acortar las brechas productivas, se debe saber dónde está parado el sector, conociendo las variables, los retos y las potencialidades para diversificar las unidades de producción.
Sentando las bases
La ingeniera agrónoma Tarmar López ha venido apoyando a Fundarroz en la recolección de datos, que se enfocaron en fechas de siembra, ambiente, análisis de suelo, riego, manejo agronómico, dosis de aplicación de insumos, entre otras labores técnicas que fueron analizadas para el proyecto. Aplicó más de 400 encuestas en los tres últimos ciclos de siembra (desde 2023) a más de 40 productores entre Portuguesa, Guárico y Cojedes, para un equivalente en superficie a 7.139 hectáreas.
La recolección de datos seguirá por un tiempo más, teniendo previsto entregar los resultados definitivos o conclusiones del proyecto, en un libro que verá luz entre noviembre y diciembre de este año, y que sentará las bases para los productores o programas agrícolas públicos y privados que quieran empezar a establecer el sistema de rotación arroz/soya en sus fincas o parcelas.
Alternativa
José Luis Pérez, presidente de Fevearroz y directivo de Fedeagro, aseguró que nunca se había hecho un estudio tan detallado sobre este sistema de rotación, con la adaptabilidad del cultivo de soya y el manejo recomendado, de tal manera de buscar los mejores resultados.
“La soya da una alternativa a todos los productores, en un cultivo distinto a los tradicionales en los que, hoy en día, tenemos muy limitadas las opciones por razones que han venido sucediendo en el tiempo: baja rentabilidad, poca demanda, plagas, rendimientos, etc. Nos hemos limitado. En los últimos años, ha desaparecido el sorgo, caso similar el del girasol y otros cultivos. Entonces, hace falta tener alternativas para un sector agrícola sano, con mejoras de suelo, menos mecanización y menor daño ambiental”, dijo.
En el caso del sector arrocero, Pérez considera importante estos estudios. “Viéndonos en el espejo de otros países, los problemas se les ha incrementado muchísimo por no alternar la siembra; problemas de maleza que han sido imposible —o muy costoso— controlar, por el uso de un manejo de arroz exclusivo”.
Largo plazo
El dirigente gremial reiteró que estos proyectos son positivos para el sector, en función de aumentar los conocimientos, actualizarse con las últimas novedades y mejorar los resultados, para que se masifique llegado el momento, que -sin embargo- pudiera ser a largo plazo, porque actualmente no se está en capacidad de iniciar la siembra de soya en mayores superficies, por falta de paquetes tecnológicos.
“Vamos a ser realistas. Hoy en día, así como estamos, no tenemos semilla suficiente y logística. Es un proceso que se debe ir desarrollando en ciertas etapas y abriendo ciertas metas, ciclo a ciclo. Es la única manera que veo que se pueda sembrar masivamente la soya”, acotó.
Con relación al arroz, señaló que según los últimos datos recabados por Fedeagro, el rendimiento promedio ronda los 4.820 kilogramos por hectárea, en un área de 95 mil hectáreas (42.000 en el ciclo norte-verano 2022-23 y 53.000 en el período de invierno 2023).
Estos últimos rendimientos son mejores a los 3.873 kg/ha que se obtuvieron en el período 2020-21 —cuando el sector “tocó fondo”— y se acercan a los 5.000 kg/ha promedio que se cosecharon en aproximadamente 230.000 hectáreas de arroz en el 2008 y en la superficie cultivada en el 2014, de acuerdo con cifras de Fedeagro. (CNP 18.867)