Acarigua-. «Desde la perspectiva de la Neoprogramación Emocional (NPE), el Día Mundial de la Comprensión del Cáncer se aborda como una oportunidad para trabajar en la transformación de las emociones asociadas a la enfermedad, tanto para los pacientes como para sus familiares y seres queridos. En lugar de centrarse solo en los aspectos médicos y físicos del cáncer, la NPE propone también una dimensión emocional y mental que ayuda a las personas a enfrentarse a esta experiencia de manera más positiva y fortalecedora».
Así se refirió Lucía Di Natale, pedagoga y neoprogramadora emocional desde su experiencia personal, al referirse al Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer de Mama, fecha que destaca la importancia de la detección precoz, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos, que «siguen siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad, que representa la primera causa de muerte en la población femenina a nivel mundial», según la Organización Panamericana de la Salud.
Sin embargo, otras especialidades plantean, hoy en día, una mirada distinta, ya no solo desde el diagnóstico, sino desde el origen emocional que acciona la mutación de las células, y que ayuda de manera importante a la sanación desde el mismo momento que el paciente toma la decisión de vivir.
Di Natale indicó que muchos médicos y especialistas han comenzado a replantearse el origen del cáncer, debido a un enfoque más amplio y holístico sobre cómo las enfermedades se desarrollan en el cuerpo. En lugar de verlo solo como una cuestión de mutaciones genéticas o factores ambientales aislados, cada vez hay más reconocimiento de la complejidad que lo rodea, y de cómo diferentes aspectos de la vida y el entorno contribuyen a su aparición.
«En la Neoprogramación Emocional (NPE), el cáncer es visto como un símbolo de renacer, lo que implica un cambio profundo en la manera en que se percibe y se aborda la enfermedad. En lugar de considerarlo solo como una «lucha» contra una dolencia física, la NPE lo interpreta como una oportunidad para transformar la vida, replantear patrones emocionales y mentales, y renacer a una nueva forma de ser», afirmó.
Para Di Natale, quien ha acompañado desde hace once años, en su tratamiento médico, a pacientes de diversas enfermedades que llamaron crónicas, esta visión sugiere que el cáncer puede ser un llamado a transformar la forma de pensar y sentir.
«La NPE entiende que el cáncer puede surgir como una manifestación física de conflictos emocionales profundos, creencias limitantes o patrones de comportamiento que han estado presentes durante mucho tiempo. En este sentido, la enfermedad actúa como un mensaje para revisar y cambiar estas formas de pensar que podrían estar causando estrés o bloqueos internos», comentó.
Lo principal en este planteamiento es reconocer la conexión profunda entre las emociones y el cuerpo. La NPE anima a las personas a escuchar su cuerpo, ser conscientes de cómo las emociones se manifiestan físicamente y a trabajar para liberar tensiones acumuladas, a través de ejercicios de respiración, movimientos suaves y prácticas de relajación, sin abandonar el tratamiento médico requerido.
Para lograrlo, promueve técnicas que permitan a los pacientes mantenerse presentes y conscientes, evitando que los pensamientos negativos tomen el control.
Red de apoyo
A través de un programa denominado La Decisión de Vivir, Di Natale fomenta una red de apoyo emocional para los pacientes, donde se sientan escuchados, comprendidos y apoyados.
«Este día especial es una oportunidad para crear espacios de expresión emocional segura, como grupos de apoyo o talleres de NPE, donde los participantes puedan compartir sus experiencias y emociones. Por eso, cada año tenemos eventos donde nos reunimos a refrescar conocimientos y escuchar las experiencias y buenas noticias de cambio personal. Este sábado 19, estaremos en el Blue Dragón Gym, de Araure», dijo.
Visión positiva del futuro
La NPE anima a los pacientes a visualizar un futuro sin cáncer, trabajando en la construcción de imágenes mentales de salud, vitalidad y alegría. Esta práctica no niega la realidad de la enfermedad, sino que refuerza la capacidad del cerebro para influir positivamente en la recuperación.
«En resumen, desde la Neoprogramación Emocional, el Día Mundial de la Comprensión del Cáncer se ve como un momento para fortalecer el aspecto emocional de la vivencia, promoviendo la esperanza, la resiliencia y una actitud mental positiva que apoye tanto el bienestar emocional como la recuperación física», acotó.
Por Beatriz Quintana Mujica (CNP 16.100)