Jennifer Lopez ha optado por no responder preguntas relacionadas con su ex, Sean “Diddy” Combs, en medio de las crecientes acusaciones de delitos sexuales contra el rapero. En dos ocasiones recientes, la artista fue abordada por paparazzis que intentaron obtener una declaración sobre las graves acusaciones que enfrenta Combs, pero ella evitó referirse al tema.
El pasado 26 de octubre, tras una proyección en Los Ángeles de su nueva película, Unstoppable, Lopez se detuvo a firmar autógrafos para sus fans, momento en que una mujer le preguntó: “¿Tienes algún comentario sobre P. Diddy?”. Daily Mail detalló que la cantante del tema “Jenny From the Block” mantuvo un claro semblante serio, como aparentando no haber escuchado la pregunta, y rápidamente se alejó escoltada por su guardaespaldas.
Una situación similar ocurrió el 19 de octubre cuando Lopez fue captada en un restaurante de Los Ángeles después de cenar con su mánager, Benny Medina. Al ser abordada por otro paparazzi, quien le preguntó: “¿Tienes algo que decir sobre la situación de P. Diddy?”, la estrella de Hustlers mostró señales de incomodidad al bajar la mirada y se dirigió rápidamente al vehículo en el que partió.
Lopez no es la única figura pública con lazos anteriores con Combs que ha decidido no pronunciarse sobre la situación. En octubre, el comediante Kevin Hart, quien fue cuestionado por “organizar” fiestas para el rapero, respondió: “Estás haciendo la pregunta equivocada a la persona equivocada; no es una buena pregunta”.
A pesar de sus intentos de evitar la controversia, el nombre de Lopez fue mencionado esta semana en el contexto del escándalo, luego de que la ex modelo de Playboy Rachel Kennedy afirmara en el podcast The Trial of Diddy que Combs la obligó a ver un video musical de la cantante durante una de sus fiestas. “Fue algo extraño descubrir que estábamos viendo el video de Lopez”, alegó Kennedy. “Me pareció algo inquietante y muy irrespetuoso”, agregó.
La modelo también relató que en una de sus supuestas interacciones con Combs en un hotel en Tokio en el año 2000, él estaba en una llamada telefónica con Lopez. Cabe resaltar que la relación romántica entre Jennifer y Sean duró dos años, de 1999 a 2001 y terminaron en medio de rumores de infidelidad que llevaron a posteriores discusiones.
En entrevistas posteriores, JLo dio a entender claramente que, aunque nunca atrapó a ‘Diddy’ siéndole infiel, sí tenía claras sospechas de que la había engañado en más de una ocasión. Sin embargo, la cantante también dio a entender que el romance terminó porque había sido demasiado estresante para ella.
Hasta el momento, Lopez, de 55 años, no ha sido mencionada en ninguna de las demandas interpuestas contra su ex, y no se le acusa de ningún tipo de conducta indebida. Sin embargo, Tony Buzbee, abogado que representa a varias de las presuntas víctimas, afirmó en una rueda de prensa del 1 de octubre que figuras influyentes habrían estado involucradas en los crímenes de asalto sexual en los que se acusa a Combs.
“Llegará el día en que nombremos a personas además de Sean Combs, y es una lista larga”, declaró Buzbee, dando a entender que entre las demandas habría personas famosas o de cierta manera reconocidas. “Aseguraremos —sin lugar a dudas— que estamos en lo correcto antes de hacerlo”, remarcó para cerrar su manifestación.
Combs, de 54 años, actualmente enfrenta cargos en una causa federal que incluye tráfico sexual, extorsión, fraude o coerción, y transporte para participar en la prostitución. El productor y ex ejecutivo de Bad Boy Records, quien se declaró no culpable, se encuentra actualmente en el Centro de Detención Metropolitana en Brooklyn, Nueva York, sin posibilidad de fianza.
El juicio de Sean ‘Diddy’ Combs está programado para comenzar el 5 de mayo de 2025 y de ser hallado culpable de los múltiples cargos que enfrenta, su sentencia podría ser cadena perpetua.
Infobae