Acarigua.- Un tercer y quizás definitivo renacer del girasol en Venezuela, se dará este 2022, tras la integración del sector primario, industrial y comercial, en una iniciativa privada que asegura, está vez, una cadena de valor clara, definida y rentable para todos los actores.
La intención de siembra se ubica en unas 22.000 hectáreas para este ciclo norte verano 2022-2023, en un proyecto con inversión extranjera y que va de la mano de la empresa Diproagro, que garantizará los insumos a algunas asociaciones y la industria Oleica, la cual será la responsable de la recepción y procesamiento del girasol.
«El programa es una alianza entre un inversionista extranjero y la asociación, ya que esto es un programa que requiere una inversión de casi 10 millones de dólares», explicó Francisco Fernández, representante de Diproagro.
El propósito es -dijo- obtener materia prima de forma oportuna y de calidad, que garantice las operaciones de la industria y así poder ofertar aceites y tortas proteicas. “Se comercializará en el mercado interno y si es posible, se puede exportar también».
Las asociaciones tendrán la garantía de los agroinsumos, incluyendo tres híbridos con excelente potencial de rendimiento y adaptabilidad.
Producción nacional
Fernando Montenegro, presidente de la empresa Oleaginosas Industriales (Oleica), afirmó que la alianza es importante para el impulso de la producción nacional, teniendo en cuenta que el 85 % del consumo de aceite en Venezuela es importado.
«Esto es una alianza interesante para el reimpulso de la producción de aceite en el país, así como también nos va ayudar a crecer en el campo porque el girasol es una alternativa más para los productores», afirmó.
Cuentas claras
Justamente, la casi nula comercialización del girasol, aunado a la falta de insumos, hizo que desapareciera el cultivo en los campos de esta oleaginosa que en la época de los años 90, alcanzó una superficie de 120.000 hectáreas.
«La comercialización fue la estocada que terminó de matar el girasol en el pasado. Se tardaban 3 o 4 meses para cancelar una cosecha (…) ahora el precio es acorde a los niveles internacionales y es una buena alternativa», dijo Ramón Elias Bolotin, agricultor y directivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro).
El programa refleja que el productor recibirá el pago después de los 30 días de haber arrimado su cosecha a los silos, estando por el orden de los 600 dólares por toneladas métricas acondicionadas. (CNP.18.050)