Acarigua.- Anthony Santander reafirmó su compromiso con su pueblo adoptivo Agua Blanca y, abiertamente, manifestó su deseo de retribuir a la comunidad que lo vio crecer, el apoyo brindado en sus más de ocho años de carrera en la pelota profesional, siendo hoy el mejor beisbolista venezolano en la MLB.
Nacido en Nueva Esparta, Santander se radicó con su familia a la edad de los 2 años y ya a los 4, lanzaba pelotas y daba batazos en el estadio de Agua Blanca.
Junto a grandes figuras del béisbol venezolano, “El Santa” atendió a más de 120 niños de ocho Escuelas de Béisbol Menor de Agua Blanca. Le acompañaron en el terreno de juego, ofreciendo en un circuito, una clínica de bateo y de fildeo, Ildemaro Vargas, el capital de los Cardenales de Lara; el experimentado cátcher Robinson Chirinos, los hermanos Jackson y Jeison Chourio y el dominicano Ronald Guzmán.
Fue un encuentro inolvidable para los pequeños peloteros que tuvieron la oportunidad de recibir valiosas técnicas para el manejo y ataque de la pelota, y el ejemplo de disciplina, dedicación y amor por el deporte de Santander, el anfitrión, y del resto de los representantes del “deporte rey” de Venezuela.
“Es una bendición y estoy muy contento de estar aquí”, indicó “El de Agua Blanca” en una rueda de prensa posterior a la clínica, en la que agradeció a Dios y a sus padres, que siempre tuvieron la disposición de llevarlo a cada entrenamiento, a cada juego y a cada nacional.
–Gracias a Dios y a ellos estoy donde estoy”, destacó el joven pelotero que rompió la liga en ésta, su séptima campaña en La Gran Carpa, ganando el Bate de Plata y el premio Luis Aparicio.
Santander detalló que la clave de su éxito, aparte de la disciplina y la dedicación, ha sido la fe en Dios, tanto en las buenas como en las malas. “Mi carrera fue muy difícil, pero Dios nos dio la fortaleza y aquí estamos”, dijo a los presentes con lágrimas en los ojos.
Asimismo, destacó la importancia de nunca olvidar tus raíces. “Gracias a Dios llevo a mi Venezuela en el pecho y a mi pueblo Agua Blanca con orgullo. Es una bendición para mí venir y brindarle a los niños la oportunidad de compartir la experiencia de cada uno de los que me acompañaron”, haciendo referencia a los BigLeaguer que este lunes estuvieron en el Estadio Hermanos Vargas, en el evento “Santander y sus amigos”.
También aconsejó a los niños a ser disciplinados, no solo con la preparación física para jugar a la pelota, sino con sus padres. Les invitó también a educarse y a ser buenas personas.
“Sí, es importante jugar béisbol, pero es más importante ser buena persona. El béisbol es una carrera corta, de 10 años, pero sigan trabajando, luchen por sus sueños, tengan disciplina, constancia, amor y hagan caso a los técnicos que son los guías”, indicó.
Santander agradeció a los peloteros que lo acompañaron y a quienes le ayudaron en la organización del evento que – bajo el compromiso de Robinson Chirinos, a través de la fundación del cátcher venezolano–, prometió continuar realizando en la población de Agua Blanca.
“Sé que muchos niños se quedaron por fuera, pero por ahora quiero enfocarme en mi pueblo y darle la oportunidad a todos los niños. Más adelante iremos al resto de las escuelas de Portuguesa que me vieron jugar por esos campos (…) Esperemos que más adelante podamos hacer hasta dos clínicas al año”, precisó. (CNP 25.482)
Imágenes: Hayleen Sierra