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Experto: “El liderazgo empático transforma equipos e impulsa el desarrollo”

Acarigua.- La empatía consiste en comprender las necesidades y desafíos de cada persona para motivarlos de manera efectiva, y es el principio fundamental del liderazgo. Así lo propone Leonardo Quintana, coach y facilitador de procesos de cambio organizacional, quien recientemente estuvo de visita en Portuguesa.

Para Quintana, creador del Proyecto911, un liderazgo empático transforma equipos e impulsa el desarrollo de cada uno de sus miembros, permitiendo tener organizaciones más solventes.

“Con la empatía tratamos de entender qué ve, qué siente el otro y cómo lo percibe, y también tenemos la oportunidad de impactar y transmitir lo que sentimos”, precisó.

Como facilitador de procesos de aprendizaje y cambio, con 20 años de experiencia, Quintana ha descubierto que asumir roles en las organizaciones, más allá de las jefaturas para cumplir con un proceso o una gestión, se necesitan líderes que inspiren.

“Debemos dejar esa idea de empujar a las personas o de contenerlas ante las crisis. Lo que se debe hacer son cosas que inspiren a otros a acompañarnos. Que la gente te toque la puerta y que te diga cómo hago para estar contigo”, destacó el experto, explicando que esto no implica dejar de ser un líder exigente o bajar los estándares.

Aseguró que las organizaciones deben fomentar la confianza y generar un ambiente laboral positivo, sobre todo por el nivel de incertidumbre y desafío que define el entorno actual del país y que tienen repercusiones directas, tanto en el sector empresarial, como de cualquier otro ámbito.

“Como organización siempre debemos tener una línea y una orientación clara de los procesos. El liderazgo moderno demanda una visión integral: la capacidad de mirar más allá de lo inmediato”, indicó.

Quintana advierte de la necesidad de desarrollo de competencias blandas en los proyectos, como la comunicación, el trabajo en equipos, la colaboración y la cooperación.

“Todos nos encontramos en un entorno volátil e incierto, y se debe ajustar el tema del liderazgo en crisis, equipos en crisis y en cómo gestionarlo. Hemos sido enseñados a ser resilientes, a aguantar para luego relanzarnos”, explicó.

De allí, hizo referencia al término “Antifragilidad”, que ha llevado en sus conferencias por varios estados del país, incluyendo Portuguesa, invitado por la empresa Coposa.

“Lo contrario a lo frágil, no es necesariamente ser robusto. Ahí debemos insertar el término antifragilidad, que se refiere a las capacidades que tiene el ser vivo de absorber y aprovechar los elementos estresores, para una transformación y evolución”.

-Es imprescindible identificar las emociones y las capacidades en contextos sometidos a estrés, y esto cala completamente en nuestro contexto país. No existen varitas mágicas para solventar esto, y todos sufrimos esta misma atmósfera de incertidumbre, pero tenemos la capacidad de aprender y de evolucionar, expresó.

Para esto recomendó hacer una “arquitectura” de esa información. “Invito a que el líder debe entender que su rol no es contener, sino propiciar. Es motivar a la gente a que se transforme y cambie”, sostuvo. (CNP 25.482)

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Mariangel Moro Colmenárez

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