Acarigua.- A pesar de la crisis y el poco ingreso salarial de los venezolanos, en Portuguesa, en la mayoría de los hogares se sigue cumpliendo con la tradición de que los pequeños de la casa reciban el obsequio del Niño Jesús.
“En mi casa, la Navidad es de los niños”, dice María Zambrano, madre de una adolescente de 13 años y de un varón de dos. “A cada uno le tengo un detalle, porque además de estar en familia, a uno como madre le hace feliz verlos con sus regalos”.
Las tiendas por departamentos ubicadas en el centro de Acarigua ofrecen juguetes desde los 5 y 7 dólares, como carros pequeños y muñecas. Los más costosos superan los 300 dólares, tratándose de carros o patinetas eléctricas.
En la lista de los niños, lo que más resaltan son los teléfonos celulares y videojuegos que están desde los $120 hasta los $800. Las niñas más grandes, se han enfocado en maquillaje y productos para la limpieza y cuidado del rostro o, como se le conoce actualmente, skincare.
“A mi sobrino le compré unos audífonos. Está más grandecito y entiende que hay poco para el regalo”, explicó Mirtha Rodríguez.
Por toda las avenidas Libertador y Alianza, y hasta en el bulevar San Roque, los comerciantes exhiben carros de plásticos y bicicletas de todos los modelos y colores, además de coches con muñecas, pelotas y otros obsequios a precios más asequibles.
“Sí hemos caminado para comparar precios y ayudar al Niño Jesús. Aunque la plata no alcance, uno hace el esfuerzo y que nuestros niños reciban su regalo. Esa es su ilusión”, indicó Eduardo Medina.
Algunas fundaciones y particulares se han unido, también para colaborar con el Niño Jesús y han acudido a las zonas populares para llevar a los niños un juguete en estas navidades. (CNP 25.482).