Luego de tres años, la serie más vista en la historia de Netflix regresó con su segunda temporada. Con siete capítulos bajo la manga, El juego del calamar trae de regreso a un obstinado Gi-Hun (Lee Jung-jae) que ha decidido volver a los mortales juegos para intentar destruirlos desde adentro.
La ficción también se desarrolla tres años después de la victoria del jugador 456, quien está decidido a descubrir quién está detrás de los aterradores eventos que marcaron su vida.
“En la temporada 1 de Squid Game, había espacio para mostrar destellos del carácter optimista y enérgico de Gi-hun. Esta vez, el enfoque está en su determinación”, explicó Lee Jung Jae a Tudum. El personaje, atormentado por la culpa, no cree posible retomar su vida con normalidad y por ello acepta una vez más la invitación que lo lleva a la letal competencia.
La verdadera identidad del jugador 001
Uno de los giros más sorprendentes de la temporada es revelado a todos los espectadores en el episodio 3 mientras Gi-Hun ignora por completo este dato: el propio Frontman (el líder) ha entrado al juego como el participante 001.
El hombre se presenta con el nombre de Young-il, y se gana la confianza de Gi-Hun como aliado en su rebelión contra el sistema. Sin embargo, en el proceso discuten su visión del mundo y tratan de persuadirse el uno al otro.
“El Front Man es alguien que cree que no hay esperanza para el mundo ni para la humanidad, mientras que Gi-hun tiene la esperanza de lo contrario. Es como si apostaran uno contra el otro”, explicó el actor Lee Byung-hun.
También se va develando la historia detrás del misterioso líder. Hwang In-ho (su verdadero nombre) es un policía con un pasado marcado por la muerte de su esposa. Cuando su cirrosis empeoró, ella necesitaba un trasplante de hígado para sobrevivir; y justo en ese momento se dieron cuenta que también estaba embarazada.
A pesar de que los médicos recomendaron interrumpir la gestación debido a los riesgos para su salud, la esposa de In-ho decidió seguir adelante sin importar el peligro.
La pareja luchó por encontrar un donante de hígado compatible, pero a medida que la condición de su esposa se deterioraba rápidamente, las opciones se volvieron cada vez más desesperadas. El hombre quiso vender un riñón suyo, pero no pudo hacerlo pues se lo había donado años atrás a su hermano Jun-ho (Wi Ha-joon).
Fue así que aceptó un préstamo de una persona equivocada, lo que llevó a que lo acusaran de soborno y lo despidieran de la fuerza policial. La muerte de su mujer y su hijo habría sido el evento definitivo que lo involucró con El juego del calamar.
Jun-ho y la traición en el bote
Mientras las muertes suceden una tras otra al interior de la competencia, el detective Hwang Jun-ho trata de regresar nuevamente a la isla para salvar a Gi-Hun y detener los juegos.
El policía, junto a sus nuevos aliados, confiaba en el capitán del barco que lo había salvado cuando cayó del acantilado en la primera temporada. Más adelante, se revela que este hombre fue culpable de retirar el localizador del diente de Gi-Hun y arruinó toda la búsqueda.
En medio de la noche, el capitán Park es descubierto por un hombre de la tripulación mientras estropeaba un dron. Una vez que este comienza a interrogarlo, sale a flote su verdadera naturaleza, lo apuñala y lo arroja por la borda.
Lamentablemente, nadie parece haberse dado cuenta y la misión de Jun-ho vuelve a estar en peligro.
El final de “Squid Game 2” prepara a Gi-hun para la temporada 3
La tragedia alcanza su clímax en el último episodio de la temporada, cuando Gi-hun y sus aliados se rebelan contra los encargados del juego. Jung-bae (Lee Seo-hwan), el mejor amigo de Gi-hun, se convierte en una de las víctimas colaterales de esta rebelión fallida a manos del propio Frontman. Este aprovechó haberse separado del grupo para ajusticiar a dos jugadores, abandonar su falsa identidad de 001 y volver a tomar su típica máscara negra.
Aunque Gi-Hun y Young-bae se rinden al verse superados en número, el líder dispara al amigo como lección y tortura para el protagonista. Es un punto de no retorno para el jugador 456. Ya lo ha perdido todo.
Con el deceso de su amigo y el fracaso de su misión, el protagonista se ve obligado a enfrentarse a la realidad de que el juego sigue existiendo. Pero todavía no es consciente de la traición.
El creador Hwang Dong-hyuk anticipa que este punto de desesperación será fundamental para la evolución de Gi-hun en la temporada 3. “Ha fallado en convencer a la gente a través de la votación. Luego ha fallado en su intento de usar la fuerza física para rebelarse”, explicó el creador. “¿Cuánto dolor será capaz de soportar?”.
“La pregunta que queda es si Gi-hun todavía cree que puede lograr el colapso del juego, o si se rendirá y se convertirá en alguien más, alguien como el Front Man que cree que el mundo no puede cambiar”, indicó Hwang a Tudum.
La temporada 3 de El juego del calamar ha sido descrita como un “segundo capítulo entre el enfrentamiento de Gi-Hun y el líder enmascarado”. Estos episodios finales llegarán a la plataforma en algún momento del 2025.
Infobae