Tecnología y Negocios

Histórica media maratón entre humanos y robots: tres de ellos le ganaron a las personas en Pekín

Foto del avatar
Escrito por Redacción

A las 7:30 a.m. del viernes 18 de abril, en el distrito tecnológico de Yizhuang al sur de Pekín, el sonido del cronómetro dio inicio a una carrera inédita. No se trataba solo de una media maratón, ni de una prueba más en el calendario deportivo de la capital china.

Fue, según sus organizadores, la primera vez que robots humanoides compitieron oficialmente en un entorno urbano junto a corredores humanos. Y en ese escenario singular, un corredor de 1.80 metros de altura y esqueleto de metal se robó las miradas, su nombre es Tiangong.

Tiangong el robot runner que volvió a las carreras

Desarrollado por la empresa china Humanoid, Tiangong no es un debutante. En noviembre pasado participó como “corredor escoba” en una prueba limitada, pero esta vez el objetivo era más ambicioso.

El humanoide debía completar los 21 kilómetros del recorrido, sin ser sustituido, en menos de tres horas. El resultado fue un éxito. Con un tiempo de 2 horas, 40 minutos y 42 segundos, cruzó la meta sin ser reemplazado, convirtiéndose en el primer robot en finalizar una media maratón real en una ciudad.

Su andar, aunque no veloz, fue constante. Mantuvo una velocidad promedio de entre 7 y 8 kilómetros por hora. Su diseño, optimizado para esta tarea, incluye una estructura ligera, piernas alargadas y un sistema de refrigeración en las articulaciones que permite un rendimiento sostenido.

A lo largo del trayecto necesitó cambiar de batería tres veces, un procedimiento autorizado por el reglamento, y sufrió una caída por un fallo energético. Aun así, continuó en carrera. “No lo reemplazamos. Cambiamos la batería y siguió corriendo”, explicó Tang Jian, director técnico de Humanoid.

Los otros robots que compitieron en la media maratón

La competencia fue planteada como una demostración de capacidades técnicas. La salida se dio en fases. Tiangong partió primero, seguido por el modelo N2 de la firma Noetix y el DroidUp, apodado por su apariencia “el boxeador”.

Noetix presentó dos variantes del N2: una centrada en velocidad y otra más cercana al patrón humano. Esta última logró adelantar a DroidUp en pleno recorrido, mostrando que incluso entre robots es posible aplicar estrategias.

La mayoría de los modelos inscritos no logró avanzar más allá de los primeros metros. Solo tres o cuatro lograron sostener un ritmo constante, evidenciando que la mayoría de estas unidades aún están en etapas de desarrollo temprano. Pero el foco no estuvo solo en la línea de meta, también en la puesta en escena tecnológica.

Drones sobrevolaron el trayecto, capturando imágenes en tiempo real, y vehículos eléctricos de Xiaomi marcaron el ritmo. La carrera se transformó en una vitrina para la industria robótica china.

Xiong Youjun, director general de Humanoid, explicó que el objetivo del experimento fue “evaluar la fiabilidad del hardware y del software en condiciones extremas”. En palabras más precisas, se trató de comprobar si un robot puede sostener un funcionamiento prolongado sin errores críticos.

Tiangong fue entrenado utilizando aprendizaje por imitación reforzada, con datos reales de atletas humanos para ajustar su zancada. Según su equipo, en el futuro podría incluso manipular objetos en movimiento mientras corre.

En paralelo a la competencia robótica, la carrera tuvo también su dimensión humana. El keniano Machascaleb Alhamis ganó la categoría masculina con un tiempo de 1 hora, 6 minutos y 32 segundos. La china Pan Yuancheng se impuso en la femenina con 1 hora, 19 minutos y 1 segundo.

Ambos superaron por más de una hora al robot Tiangong, lo que deja en claro que la ventaja humana en velocidad, resistencia y autonomía sigue siendo amplia.

Aun así, ver a una figura metálica trotar entre avenidas, rodeada de corredores humanos, fue una imagen que no pasó desapercibida. Muchos participantes aprovecharon para tomar fotos al cruzarse con el robot, en una escena que combinó deporte, ciencia y curiosidad.

Esta carrera es solo el principio”, declaró Liu Li, vicedirectora del comité administrativo del distrito económico-tecnológico de Pekín. Según la funcionaria, el objetivo es incorporar progresivamente la robótica a la vida cotidiana. La calle, por ahora, se transforma en su nuevo campo de prueba.

Infobae

Acerca del autor

Foto del avatar

Redacción

Deja un comentario