Más allá de evocar recuerdos de la infancia y meriendas familiares, el membrillo es una fruta con un perfil nutricional potente que merece atención.
Aunque su textura dura y sabor astringente en estado natural lo hacen menos popular, estudios revelan valiosas propiedades para la salud.
La nutricionista Milagros Sympson (M.N. 12067) destaca su riqueza en fibra dietética (especialmente pectina), un aporte significativo de vitamina C y antioxidantes como flavonoides y polifenoles, además de contener minerales como potasio, magnesio y cobre.
El membrillo y sus beneficios
Originaria de distintas regiones de Asia y del Mediterráneo, el cultivo del membrillo (Cydonia oblonga) se remonta a la antigua Grecia y Roma. Se le consideraba un símbolo de amor y fertilidad, según La Nación.
Durante décadas se lo utilizó en la medicina tradicional por sus propiedades farmacológicas. Investigaciones publicadas en los National Institutes of Health (NIH) han estudiado su efecto antioxidante, antibacteriano, antifúngico, antiinflamatorio, diurético e hipoglucemiante, entre otros.
Entre los principales beneficios destacan los siguientes:
• Aliado digestivo
• En su formato fresco, el membrillo es rico en fibra natural, especialmente pectina, que es soluble y beneficiosa para la digestión, explica Sympson. Este tipo de fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y puede contribuir a controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre. También debido a su alto contenido en pectina, al madurar, adquiere un efecto astringente.Bomba antioxidante
Con compuestos fenólicos y flavonoides, el fruto adquiere propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ayudando a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, señala la nutricionista. Además, es buena fuente de vitamina C, también antioxidante, que actúa como protector contra el daño de los radicales libres, fortaleciendo el sistema inmunológico y la salud de la piel.
Adicionalmente, varios estudios in vitro revelaron que el membrillo tiene propiedades antibacterianas que podrían ayudar a prevenir la proliferación de bacterias dañinas como E. coli y S. aureus.
• Alivia los síntomas del reflujo
Por otro lado, varios estudios publicados en los NIH encontraron que el jarabe de membrillo puede ayudar a aliviar los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (conocido popularmente como acidez o reflujo), con una eficacia similar a la medicación.
Fresco vs cocido
Las diferencias entre el membrillo fresco y el membrillo cocido o en dulce (como el popular “dulce de membrillo”) se dan tanto en su composición nutricional como en sus características organolépticas (textura y sabor), observa Sympson.
“Si bien en su formato cocido o dulce la fibra se mantiene, su efecto puede diluirse por la mayor proporción de azúcares agregados”.
La especialista recomienda, justamente por la concentración de azúcares, limitar su consumo en este formato. Especialmente en cuadros de diabetes (puede elevar los niveles de glucosa en sangre), sobrepeso (su densidad calórica es alta) o con problemas dentales (puede favorecer la formación de caries).
Otra de las desventajas de cocerlo es que la cocción degrada parte de la vitamina C, reduciendo su contenido significativamente.
En materia calórica, 100 gramos de membrillo fresco contienen azúcares naturales (fructosa) en cantidades moderadas, y aportan alrededor 57 calorías. Mientras que su versión cocida con azúcar puede superar las 300 calorías cada 100 gramos, dependiendo de la receta.
El Nacional