Acarigua.-El Consejo de Ancianos y Ancianas del municipio Páez celebró este viernes, 25 de abril, 25 años al servicio de los adultos mayores, un espacio dedicado a la recreación y al fomento de la cultura y la salud mental.
Julio Rodríguez, tesorero del Consejo de Ancianos, también conocida como la “Casa del Adulto Mayor” destacó que en el año 2000 un grupo de personas decidió fundar esta institución que hoy atiende a unos 260 ancianos de la localidad, quienes acuden diariamente para recrearse, aprender nuevos oficios y hasta recibir apoyo emocional.
Señaló que en la actualidad no tienen apoyo de ninguna institución del Estado, por lo que mantienen la casa los mismos afiliados, con el pago de una mensualidad de 30 bolívares que equivalen a un bolívar diario, “por la misma situación de vulnerabilidad que tienen los viejitos”.
Dijo que esta colaboración les permite costear los servicios básicos, limpieza, gastos operativos y “una que otra actividad o necesidad que haya”.
Esta celebración coincidió con la gincana recreativa de todos los viernes. En esta oportunidad, tuvieron música para festejar y un compartir de “traje“, aunque también algunos particulares les llevaron un compartir.
–Somos adultos mayores que queremos tener una longevidad feliz, tranquila y calmada, expresó.
Indicó que en estos momentos tienen el proyecto de un consultorio médico para tener atención primaria, para cualquier emergencia que se les presente. Dijo que trabajan para conseguir tener estos servicios.
La casa de los adultos mayores los recibe en horario de 8:00 a. m. a 5:00 p. m., de lunes a sábado. En este tiempo, los afiliados pueden compartir la cancha de bolas criollas, jugar dominó y actividades recreativas, entre otras.
Rodríguez explicó, además, que cada tres años renuevan su directiva, actualmente conformada por Coromoto Suárez en la presidencia, Xiomara Guaréz en la vicepresidencia y él, en la tesorería.
Por su parte, Xiomara Guaréz afirmó que se siente muy bien en esta casa donde encontró un refugio, luego de que quedó sola porque sus hijos se fueron del país y pudo superar la tristeza que había en su corazón. “Ahora estoy más tranquila, reímos, compartimos; me gusta estar aquí”, subrayó.
Para poder formar parte de esta institución, su directiva evalúa el perfil del solicitante, le da a conocer las normas de convivencia y les solicita la colaboración. Esta casa se encuentra en la avenida Alianza de Acarigua, a pocos metros de la plaza Bolívar. (CNP 13.114)