Guanare.- Entrevistarlo fue todo un reto porque tiene tantas facetas que no quería perderme ninguna. Yorman Tovar es poeta, escritor, cronista, docente, gremialista, investigador, locutor, humorista, melómano, declamador festivalero y un gran amigo.
Nació en Guanarito, el 06 de noviembre de 1965. En su tierra natal estudió hasta cuarto grado y continuó en la Escuela «Belarmino Larez», en la Colonia de Turén.
Tuvo un paso fugaz por la Escuela Industrial de Acarigua y regresa a Guanarito, donde fue uno de los fundadores del Liceo «Arturo Celestino Álvarez». Por fin, en 1976, se gradúa de bachiller humanista en el Liceo «José Vicente de Unda». El destino lo esperaba allí, para sembrarle su pasión por las letras.
Dos profesores estimulan su vocación por la literatura, uno fue José Córdoba Pacheco, poeta y cuentista, quien lo paseó por la Grecia de Homero e hizo sentir un gran amor por la poesia latinoamericana. Allí hace sus pininos en una revista que llamaron «Letreros», junto a los guanareños Silvio Hernández y Wilfredo Machado.
Su otro maestro inspirador fue el Dr. Rafael Roberto Gavidia, «quien me enseñó a ser un lector asiduo, me hizo conocer a José María Vargas Vila, sus novelas y ensayos que hicieron de mí un escritor combativo».
El humor también es otro de los elementos que domina Yorman y tuvo el mejor de los guías, Manuel Graterol Santander, a quien leyó desde muy joven sus glosas chispeantes en «El Imparcial». En la poesía nativista siguió los pasos de Ernesto Luis Rodríguez y de Alberto Arvelo Torrealba, con sus romances, glosas y poemas
Ya estaba claro que quería ser escritor y se va a la Universidad de los Andes a estudiar la carrera de Letras, donde encuentra otro importante maestro, Adelis León Guevara, quien le enseña a perfeccionar la poesía clásica y sentenció: «el poeta que no haya escrito un soneto, no es un poeta completo». Y en este género, Tovar es uno de los más destacados del país.
Melómano y radiófilo
El poeta es también aficionado a la música, toca la armónica y todos sus recitales están siempre amenizados por buenas melodías, pero sobre todo -dijo- es aficionado a la radio.
«Es una manía muy bonita, soy ‘radiófilo’, siempre soñé con ser locutor, yo veía en el periódico al ‘Musiú’ Lacavalerie con sus audífonos y yo, siendo un niño, me hice los míos con dos latas y un alambre, me metía en un cajón imitando a Ángel Catafi Sandoval y Severiano Rodríguez Aguilera, narraba novelas y noticias”. Y logró su sueño, es el locutor 20.912, haciendo siempre aportes culturales.
El hecho de haber nacido en Guanarito le lleva a la música llanera, pero la que más le gusta es la rocolera, la ranchera, el tango, el bolero. Las “cortavenas”.
¿Cómo fue?
Su primera experiencia en la poesía fue a los 15 años, junto al exgobernador Asdrúbal Monsalve que era en un gran declamador.
«Le pedí permiso, el arpa continuó sonando y recité ‘Rosalinda’; entonces me felicitó y yo seguí su consejo de continuar ese camino. Años más tarde me encontré con Víctor Morillo, quien me ayudó mucho en este oficio, al punto que luego grabamos varios poemas en un disco compacto donde participaron también mis dos hijos».
Junto a sus hijos, el mayor, Yorman, poeta-declamador y su hijo menor, Andrés Eloy, como arpista y declamador, ha formado equipo en diferentes festivales con obras inéditas y son varios los premios cosechados en el Festival Internacional del Silbón y el Torneo Internacional del Joropo.
No todos, pero yo sí
Se suelen ligar a los poetas y escritores con bares, tabaco, copas y hetairas. Yorman explica que Vargas Vila era abstemio, mientras que Rubén Darío era todo lo contrario.
«En otra época, fui también un poeta asiduo a la nocturnidad, a esas mujeres que Perales llama las ‘mariposas del amor’ y que inspiran tanto. Tengo tres obras basadas en esa experiencia, ‘Sinagogas de fuego’: versos de barras y alcoba, ‘Maldigo el amor y sigo amando’ y la más reciente ‘Estoy en el rincón de una cantina’: Glosas de la rancheromanía, con un prólogo exquisito del Dr. Elias D’Ongia y otro ficticio que encarna a José Alfredo Jiménez».
«Negro es un bello color»
Son muchos los recuerdos de lo vivido, uno de esos es su tercer libro, “Negro es un bello color», sátira sobre la discriminación racial. Muy artesanal hecho en papel periódico pero que recorrió varios países de América Latina. Un amigo lo llevó a Cuba y fue invitado, como consecuencia, a Perú en el 1996. También ha llevado a Colombia, durante múltiples oportunidades, su poesía nativista.
En los últimos años se ha dedicado a escribir narrativa, inspirado en el premio Nobel Gabriel García Márquez y su experiencia. Observando sus obras, compara a Guanarito con Macondo y escribe sus crónicas con mucho cariño para sus coterráneos.
Su obra literaria
Como escritor comenzó en 1979, publicando a los 22 años «Nacimiento poético», donde compiló sus poemas adolescentes. Le tocó escribir los “Testamentos de Judas” y eso da mucha veteranía para la escritura del verso popular, según indicó.
Vino luego en la universidad «Palabras y palabreos», más tarde «Negro es un bello color», «Antología de la Glosa Portugueseña», «Alfarero del quebranto», que son versos sustentados en las bellas «Coplas del amor viajero» de Andrés Eloy Blanco y los ya mencionados.
Yorman, que es licenciado en Letras, hizo una maestría en literatura venezolana en la Universidad Central de Venezuela, con un trabajo de grado que hace honor a un laureado compositor portugueseño, «Vigencia de costumbres y tradiciones en la poesía musical de Joel Hernández», un libro aún inédito.
Otro de sus trabajos de investigación lo escribió para ascender a profesor titular en la Unellez, «Nativismo: heredad poética del llano y los llaneros», haciendo un recorrido desde los días de Francisco Lazo Martí y su «Silva criolla», hasta la actualidad, sin excluir a los compositores locales.
Afirmó que tiene por lo menos seis libros para publicar y lleva más de 500 crónicas basadas en la historia guanariteña.
La docencia
Fue difícil el inicio porque el Ministro de Educación no lo admitía, siendo en los colegios privados donde pudo enseñar. Fue seleccionado en concurso de oposición por la Unellez en 1991, donde se quedó 25 años hasta 2016. Es desde el 2011 el presidente de la Asociación de Profesores, continúa en el trabajo gremial por la falta de elecciones.
Agradece lo que la vida le ha dado, porque es todo lo que ha querido y más, «una bella y buena mujer, dos hijos y un nieto».
«¿Qué cómo quiero ser recordado? con cariño, como poeta humorista y nativista, como un amigo leal y como un hombre de pueblo». (CNP 16.100)