Acarigua.- Junio es el mes de los padres y aquí queremos reconocer a aquellos que se esmeran con sus hijos, participan en sus actividades y están presentes de manera positiva en sus vidas como Daniel Ernesto Zerpa Heredia, papá 6orgulloso de María Daniela y Jesús Daniel, de 8 y 3 años, respectivamente.
Daniel es un médico reconocido en Acarigua-Araure, con especialidad en cirugía y subespecialidad en mastología. Se graduó con la distinción Cum laude en la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (Ucla) en 2005.
Se ha desempeñado en varias instituciones públicas como los hospitales Dr. Armando Delgado Montero de Turén, Dr. Miguel Oráa en Guanare y el Pastor Oropeza de Carora, entre otros. Actualmente, se dedica a su consulta privada.
De su propio padre tiene los mejores recuerdos. Como buen hijo quiere enseñarle a los propios aquello que aprendió de él y de su madre.

Sus hijos son su mayor tesoro
Daniel es talentoso —como buen cirujano— con sus manos y es también artista plástico. Dibujar, pintar y crear se le da de maravilla.
“Gran parte de mi vida quise estudiar arquitectura, influenciado quizás, porque desde pequeño me ha gustado dibujar, y también por algunas historias de amigos de la juventud de mi mamá en Caracas. Pero cuando cursaba cuarto año tomé un curso de Primeros Auxilios dictado por el Comité Juvenil de la Cruz Roja, seccional Barquisimeto, y creo que fue en ese momento que me di cuenta que sería medicina, la carrera que finalmente estudiaría, o como también me gusta pensar: Dios tenía dispuesto para mi vida, ser médico“, afirmó.
Ejemplo paterno
Daniel nació el 4 de febrero de 1982, en Barquisimeto, y es el menor de 4 hermanos.
“Crecí en una familia sencilla junto a mis padres y hermanos. Mis padres han sido mi gran ejemplo de vida. No tuvieron la suerte de estudiar una profesión; crecieron cada uno con dificultades socioeconómicas y, sin embargo, con grandes deseos de superación; me enseñaron el valor de cada cosa, por más pequeña que parezca: el significado del respeto por los demás, la responsabilidad de dar siempre el máximo al realizar cada actividad, sin rendirse, sin buscar algo más que hacer lo mejor posible en todo lo que se proponían. Son mi principal inspiración”, dijo orgulloso de su origen.
Su padre le hizo sentir siempre protegido. Él fue un lugar al que siempre podía acudir cuando necesitaba un consejo, un amigo, un abrazo. “Nosotros, como padres, debemos ser capaces de ofrecer esa seguridad a nuestros hijos, desde el amor y la confianza”, aconsejó de manera acertada.
-Papá nos dejó hace casi 2 años y, aunque no ha sido fácil continuar sin su apoyo, siempre mantendré en mi memoria una imagen que me hace saber que él estará ahí para apoyarme. Es un bonito recuerdo de mi infancia: llegó el día de mi graduación de preescolar; me golpeé uno de los dedos de mi pie, por lo que no podía caminar, pero recibí mi certificado en los brazos de mi papá. Esa imagen siempre me recuerda lo que significa ser padre, estando conmigo en los momentos más felices, pero también, fue mi apoyo en los más difíciles que he tenido que vivir: Gracias papá.

El imborrable momento de su graduación de preescolar, con su papá
Medicina Vs. Arquitectura
Por su marcada inclinación a las artes y su talento para la pintura, Daniel tomó la decisión de estudiar arquitectura, pero su destino era ser médico, graduarse con honores, hace ya casi 20 años, en la promoción No. 52, cuyo epónimo fue el Dr. Pedro Cabrera.
“Me especialicé en cirugía general en el Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda de Barquisimeto. Hice postgrado universitario, también en la Ucla, desde el año 2008 hasta el 2011. No sé si exista una razón fácil de explicar para elegir esta especialidad, pero luego de haber podido ayudar a tantos pacientes durante esos 4 años, no imagino haber optado por algo diferente”, explicó.
En febrero 2014, ingresó al “fellowship” de Mastología, impartido por el Dr. Jorge Uribe, en la Clínica de Mamas de Barquisimeto; subespecialidad que culminó luego de 2 años, desempeñando a partir de ahí el cargo de cirujano mastólogo en esa prestigiosa institución hasta julio 2020.

Es cirujano mastólogo en Acarigua-Araure
Manifestó sentirse orgulloso por el agradecimiento de cada uno de los pacientes que ha tenido la oportunidad de ayudar.
“Uno de los recuerdos más bonitos que tengo fue el de un paciente que atendí durante mi primer año de postgrado en la emergencia del hospital. Llegó politraumatizado, en malas condiciones generales, por lo que estuvo varios meses hospitalizado en el servicio de Neurocirugía. Algunos años después, tuve la bendición de verlo junto a sus padres, todos con lágrimas en sus ojos de la alegría, luego de ese momento difícil de sus vidas. Eso tiene más valor para mí, que cualquier reconocimiento académico o institucional”, aseguró.
El papá que quiere ser
Quiere enseñarles a sus hijos mucho de lo que sus padres le inculcaron, los mismos valores que tiene la familia de su esposa: responsabilidad, respeto, humildad y amor. “Quiero que sean cada día mejores personas, no para competir con otros, sino siendo la mejor versión de ellos mismos”.
Daniel se destaca entre los padres del colegio de sus hijos. por ser muy dedicado, presente siempre en las actividades escolares. Aún así, él dice que a veces siente que no da su mayor esfuerzo.
“Hago lo que puedo para estar en sus actividades escolares y extracurriculares. Los ayudo con sus proyectos de manualidades y de vez en cuando con sus tareas e, incluso, disfrutamos de cocinar juntos. Me da gusto compartir todo el tiempo que pueda con mi familia”, agregó.
Su familia, el lugar seguro del Dr. Zerpa
Agradece que la subespecialidad a la que se dedica le permita organizar su tiempo, porque al no tener guardias ni emergencias puede compartir los momentos importantes de ambos niños.
“Mi consulta y cirugías las planifico mientras los niños están en sus clases, tratando de dejar tiempo a ellos al salir del colegio y poder llevarlos a otras actividades. Es una gran responsabilidad. El trabajo más difícil que me ha tocado realizar, pero el que hago con más amor y me da más satisfacción”.
Ser padre no es fácil
Pensar en qué cambiaría de mi infancia no resultó sencillo —reflexiona— porque no hay manual de cómo ser padres asertivos
“Este trabajo es un constante aprendizaje. No somos siempre buenos o malos. Depende de cómo lo veamos: un adolescente 15 años que tiene una salida, pero su papá no le deja salir, puede ser malo para el adolescente en ese momento, pero cuando vemos ese mismo escenario desde la visión del papá, la situación puede cambiar”.
Y recuerda que cada vez que su mamá le reclamaba por alguna cosa, terminaba diciendo la famosa frase: “Lo entenderás cuando tengas tus hijos”.
“Cada época es distinta; la crianza de nuestros padres fue distinta a la que nos dieron a nosotros y nuestros hijos son muy diferentes, pero no hay palabra más acertada que la de una madre. Apenas tuve a María Daniela recién nacida en mis brazos y pude verme reflejado en sus pequeños ojos, recordé todas las veces que mamá o papá me lo decían. Pero también pude darme cuenta del amor inconmensurable que siente un padre por un hijo. Ese día amé muchísimo más a mis padres”, indicó.
El artista
Le apasiona dibujar y aunque ha demostrado que lo hace muy bien, se confiesa autodidacta, pues solo de niño tuvo la guía de otros pintores y asistió al Ateneo de Barquisimeto.
“Junto a mi mamá y uno de mis hermanos, hicimos muchos trabajos en arcilla, papel con engrudo, pinté muchos lienzos con óleo, que aún tiene mi mamá como sus trofeos más preciados”, recordó.

Una de sus obras más recientes
Actualmente, aprovecha esas habilidades artísticas realizando tareas escolares para sus hijos. En el mes de octubre, fue invitado a Psicocrearte para una actividad sobre la concientización del cáncer de mama. Asimismo, compartió con un grupo de madres en el Colegio Los Caminos a propósito de su día especial, guiándolas mientras se relajaban y disfrutaban al pintar.
“Además, disfruto cocinar. Desde niño me metía en la cocina con mamá y poco a poco fui aprendiendo más platos. Tuve un breve paso por la Academia de Cocina Zi Teresa, pero la pandemia y luego el cambio de ciudad no me permitieron continuar. Ahora son mi hijos los que disfrutan cocinando con su papá, agregó.

Comparte todo el tiempo posible con sus hijos
Es aficionado del futbol, el deporte que practicó desde la infancia con sus hermanos y amigos; ahora, lo sigue haciendo más relajado y sin tantas habilidades, pero disfrutándolo como siempre. También jugó voleibol en el colegio y luego en la universidad, pero dejó de practicarlo porque, como cirujano, debe cuidar sus manos que son su principal herramienta de trabajo.
Un mensaje
“Lo más maravilloso que Dios me ha permitido en la vida, es poder ser padre de este par de niños hermosos que nos regaló a mi esposa y a mí. Es un quehacer complejo, complicado, pero muy bonito y desafiante. Felicito a todos los que, como yo, compartimos esa tarea de formar el futuro de nuestra sociedad”. (CNP 16.100)