Aunque el Ministerio de Salud niega la presencia de un nuevo brote de Covid-19 en Venezuela, esto debido a que en las últimas semanas en redes sociales muchas personas afirman haber sentido síntomas de esta enfermedad, especialistas aclaran que, si bien aún oficialmente no se pueda hablar de que sea la nueva subvariante NB.1.8.1, que la OMS tiene ya en observación en diversos países, el SARS-CoV-2 ha seguido presente en el país desde que fue detectado, en menor escala, algo que debe ser motivo de alerta para las autoridades sanitarias.
La doctora Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, alertó que en el país aún circula el virus, en un contexto de incertidumbre, por la falta de datos oficiales y la posible presencia de la subvariante NV.1.8.1, actualmente bajo vigilancia global.
Valenzuela enfatizó que, aunque no se puede confirmar la presencia de esta nueva subvariante en el país, el virus sigue activo tanto a nivel mundial como local.
“No podemos decir que SARS-CoV-2 no está circulando en Venezuela. SARS-CoV-2 está circulando en el mundo y, en consecuencia, en Venezuela, porque no estamos en una burbuja”, afirmó la doctora en conversación con Efecto Cocuyo.
Sin embargo, aclaró que no hay certeza sobre si la subvariante NV.1.8.1 está presente, ya que la secuenciación genómica, realizada por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), no ha proporcionado información actualizada al respecto.
Valenzuela destacó que, además del SARS-CoV-2, otros virus respiratorios como influenza A y B están circulando simultáneamente en el país.
“No sabemos con exactitud cuál es el que predomina”, señaló, tras subrayar la dificultad para determinar la epidemiología debido a la ausencia de estadísticas oficiales.
La experta indicó que los diagnósticos de COVID-19 se realizan a diario mediante pruebas antigénicas y moleculares (PCR en tiempo real), pero los hospitales públicos carecen de herramientas como paneles respiratorios, que sí están disponibles en laboratorios privados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado un aumento en la positividad de pruebas para COVID-19, con tasas entre el 11% y 12% desde julio de 2024, un nivel no visto desde el año pasado. Este incremento, predominante en países asiáticos y europeos, ha generado una alerta global para reforzar la vigilancia.
“Sabemos que esto puede llegar a América, no estamos aislados”, advirtió Valenzuela, haciendo un llamado a los médicos venezolanos para que realicen pruebas nasofaríngeas y determinen la incidencia de los virus respiratorios en el país.
La doctora también mencionó la influencia de factores estacionales, como la temporada de invierno en el hemisferio sur, que facilita la llegada de virus respiratorios a Venezuela a través de viajeros. A pesar de esto, no se puede hablar de un brote específico en el país debido a la falta de datos consolidados. Valenzuela instó al Instituto Nacional de Higiene a transparentar si está procesando muestras y los resultados obtenidos, y exhortó a los profesionales de la salud a fortalecer el diagnóstico para esclarecer la situación epidemiológica.
El llamado de la experta fue claro: «ante la incertidumbre, la prioridad es intensificar la vigilancia y el diagnóstico para proteger la salud pública en Venezuela».
Hay que actualizar la vacunación
“El COVID nunca se fue; las vacunas lo habían controlado, pero seguimos en pandemia. El SARS-CoV-2 llegó para quedarse; nunca se fue. Solo entre el 5% y 7% de la población puede acceder a diagnósticos en el sector privado debido a los costos. En los hospitales públicos, simplemente no hay capacidad para realizar paneles virales”, dijo sobre esto el doctor Huniades Urbina-Medina, pediatra-intensivista, presidente de la Academia Nacional de Medicina.
Urbina, durante entrevista con el periodista Román Loszinski este lunes, indicó que actualmente en Venezuela existe la necesidad de implementar campañas de vacunación periódicas, con fórmulas actualizadas, aún no disponibles en el país, pues la que se usaron durante la pandemia en el país son las mismas.
Efecto Cocuyo