La tala y quema sin control, junto con la minería y las actividades agrícolas y madereras, han llevado a Venezuela a figurar entre los países con mayor deforestación. De acuerdo con un estudio reciente de la plataforma internacional Global Forest Watch (GFW), el país ocupa la posición 18 entre 103 naciones con más pérdida de bosques.
Global Forest Watch, que ofrece un sistema de monitoreo forestal en línea con datos y herramientas para vigilar los bosques a nivel global, reportó que para abril de este año Venezuela había perdido aproximadamente 27.500 hectáreas de selvas tropicales.
Estos bosques, considerados santuarios naturales y hábitats esenciales para fauna y flora silvestres, además de ser grandes reservorios de oxígeno, son fundamentales para la vida en el planeta. Sin embargo, su extensión se ha visto reducida a causa de las acciones humanas.
Hildebrando Arangú, ambientalista y profesor, explicó a La Prensa de Lara que los bosques tropicales se ubican en la región ecuatorial del planeta, entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, y cumplen una función clave en la regulación climática.
“En Venezuela la gran mayoría de sus ecosistemas pertenecen a los bosques tropicales con sus diversas variaciones: seco, húmedo y lluvioso. El trópico es el mayor termómetro que tiene el planeta, su importancia es vital para el control climático puesto que es capaz de revertir los cambios bruscos en el clima y son los mayores sumideros de dióxido de carbono. Además de regular los vientos alisios que vienen del norte y del sur”, señaló Arangú.
Por su parte, el geógrafo Roger Lugo indicó que los bosques tropicales presentan un nivel de humedad superior al 80%, mientras que sus lluvias anuales oscilan entre 2.000 y 4.000 milímetros.
En el territorio venezolano, la mayor concentración de estas selvas se encuentra al sur del río Orinoco, en los estados Amazonas y Bolívar, y se extiende hasta el delta de este río, el tercero más caudaloso del planeta.
“Las extensiones en el país de bosque tropical se pueden comparar a Holanda y Bélgica juntos como referencia, sin embargo, hay que mencionar la fuerte amenaza que hay producto de la minería, ya sea legal o ilegal y es que esta actividad siempre va a generar un impacto negativo dentro de la flora y de la fauna de los bosques”, advirtió Lugo.
El Nacional
