Aunque la capacidad para aprender matemáticas tiene un componente innato, una nueva investigación sugiere que estimular ciertas áreas del cerebro puede potenciarla. El estudio, liderado por científicos de la Universidad de Surrey (Reino Unido) y publicado en la revista PLOS Biology, muestra que la estimulación de las conexiones neuronales en la corteza frontal y parietal podría mejorar el aprendizaje de matemáticas.
Para profundizar en la base neurobiológica del aprendizaje matemático, los investigadores analizaron la conectividad entre las zonas cerebrales vinculadas a esta habilidad, mientras 72 participantes (edad promedio: 21 años) resolvían ejercicios de cálculo.
Durante los cinco días que duró el experimento, los voluntarios fueron divididos en tres grupos: uno recibió estimulación eléctrica en la corteza frontal (relacionada con el razonamiento y las funciones ejecutivas), otro en la corteza parietal (clave para la memoria), y el tercer grupo fue sometido a un tratamiento placebo.
También se realizaron resonancias magnéticas para medir la presencia de glutamato y ácido gamma-aminobutírico (GABA), dos sustancias químicas asociadas con la capacidad cerebral para adaptarse y aprender.
Los resultados revelaron que una conectividad basal más fuerte entre la corteza frontal, parietal y el hipocampo (implicado en la memoria a largo plazo) se asocia con mejor rendimiento en matemáticas.
Los investigadores observaron que las personas con menor conectividad neuronal en estas áreas mostraron una mejora en sus habilidades matemáticas tras recibir estimulación cerebral, lo que sugiere que esta técnica podría “ayudar a mejorar el aprendizaje en personas que presentan esa desventaja biológica”, como explicó Roi Cohen Kadosh, psicólogo de la Universidad de Surrey.
“Con técnicas como esta podríamos ayudar a más personas a mejorar su potencial, y sus perspectivas profesionales”, agregó Cohen Kadosh en un comunicado.
Desde España, la psicóloga María Ruz, de la Universidad de Granada, valoró positivamente el estudio:
“El estudio es muy interesante. Los resultados son prometedores en un ámbito de relevancia tanto teórica, en relación con el funcionamiento cerebral; como aplicada, en el diseño de intervenciones para ayudar a personas con dificultades en ámbitos cognitivos específicos, como el cálculo matemático.”
Ruz añadió que “hay cierta literatura previa que muestra un efecto positivo de la estimulación cerebral en habilidades matemáticas,” y destacó que esta nueva investigación aporta datos adicionales sobre factores biológicos que influyen en la efectividad de estas intervenciones.
Limitaciones del estudio
Sin embargo, la investigadora también advirtió sobre ciertas limitaciones:
La muestra del estudio es pequeña y, por tanto, las implicaciones prácticas aún son “limitadas”.
“Sería bueno poder ver los efectos de la estimulación cerebral a medio plazo (semanas o meses después de la estimulación) y también en contextos más de la vida diaria, como los exámenes de matemáticas de los niños en clase”, concluyó Ruz.
El Nacional