El asesinato de Alessandra Matteuzzi ha horrorizado a Italia y por estas horas se han conocido nuevos detalles del crimen que -según apuntan las investigaciones- fue cometido por el futbolista Giovanni Padovani, quien había tenido una relación con la mujer de 56 años durante aproximadamente un año y que había terminado hace poco tiempo por decisión de ella.
Según la información publicada por los principales portales italianos, el jugador que se encontraba en Sicilia viajó en avión hasta Bolonia para emboscar a Matteuzzi, quien a principios de mes lo había denunciado por acoso. Al llegar al edificio en donde vivía la mujer, el deportista estuvo dos horas esperándola hasta que ella llegó en su automóvil.
Fue en la puerta del lugar en donde le dio varios golpes con un martillo y, tal y como describe el portal Il Messaggero, también le arrojó un banco de hierro que estaba en el lugar. Semejante golpiza provocó la muerte de Matteuzzi, quien aún estaba viva cuando llegó la ambulancia que intentó trasladarla sin éxito a un hospital para salvarla.
Si bien los vecinos llamaron a la Policía al escuchar los gritos, el primero que llegó a la escena del crimen fue un menor de edad. El sitio italiano FanPage reveló que el niño, cuyo padre era vecino de la víctima, se horrorizó al ver la sangre desparramada en el piso y al toparse con la mirada de Padovani, éste le dijo: “No estoy enojado contigo, estoy enojado con ella, no veo la hora de que llegue la policía, quiero terminar con todo”.
El futbolista de 27 años no opuso resistencia al arresto y algunos testimonios indican que confesó haber sido el autor del crimen, aunque cuando le tocó declarar ante el juez eligió mantenerse en silencio por recomendación de su abogado.
Al conocerse la noticia, miles de usuarios ingresaron al perfil de Instagram de Padovani y se toparon con un posteo que causó indignación. El 25 de noviembre de 2021 el defensor surgido del Napoli había publicado una imagen suya con el mensaje “Alto a la violencia de género y en general”. Ahora, esa publicación se plagó de comentarios, la mayoría de ellos insultándolo.
Por su parte, el club Caltanissetta, de la cuarta división de Italia, informó que rompió el contrato con el futbolista. El abogado del equipo, Salvatore Pirrello, habló con la televisión italiana: “Lo conocemos hace poco, lleva unos días con nosotros, por lo que no soy capaz de identificarlo como características. Sin embargo, tenía una relación con todos sus compañeros, con el entrenador. Entendimos durante dos o tres días que tenía algunos problemas”, dijo consternado por lo sucedido.
Mientras tanto, el juez de instrucción del Tribunal de Bolonia, Andrea Salvatore Romito, ordenó la prisión preventiva para Padovani por homicidio agravado por acecho a pedido del fiscal Domenico Ambrosino. El principal acusado no prestó declaración.
En el auto que validó la detención, el juez argumentó: “La personalidad del sospechoso animada por un incontenible delirio de celos e incapaz de aceptar con serenidad la ocurrencia de eventos adversos, como la terminación de una relación caracterizada por encuentros esporádicos, son un manifestación de peligro excepcional e incontrolabilidad absoluta”.
Pero la presión mediática apunta directamente contra las autoridades por su falta de acción. Es que Matteuzzi había denunciado por acoso al futbolista a principios de mes y no había recibido ningún tipo de ayuda. Según el fiscal de Bolonia, Giuseppe Amato, las investigaciones iniciaron tan pronto como se recibió el informe pero algunas personas involucradas en el operativo estaban de vacaciones. Por eso, al momento del crimen, aún no se habían terminado los trabajos correspondientes para determinar cómo se debía proseguir.
Padovani, de 27 años, jugó en las divisiones juveniles de Napoli hasta 2013, cuando incluso llegó a ser convocado por la selección sub-17 de italiana. Sin embargo, nunca debutó en el cuadro celeste y comenzó una carrera en el ascenso italiano que lo llevó a vestir camisetas de más de 15 clubes. Su último equipo fue el Caltanissetta, en el cual estuvo apenas un par de semanas.
Fuente: Infobae
