Araure.- A pesar de las persistentes lluvias que han afectado el ciclo invierno 2025, los estados de Barinas, Cojedes y Portuguesa han logrado avanzar significativamente en la siembra de arroz, alcanzando aproximadamente un 8 2% de su intención inicial, lo que se traduce en unas 44 mil hectáreas cultivadas de las 54 mil previstas. En el estado Guárico, la cifra asciende a 16 mil hectáreas de una intención de 20 mil.
José Luis Pérez, presidente de la Federación Venezolana de Arroz (Fevearroz), informó que, si bien se han registrado daños en el arroz debido a las condiciones climáticas, éstos se sitúan alrededor del 2,09 % del área sembrada. “No es un área excesivamente grande. Parte de esa área, algunos productores la van a resembrar”, explicó Pérez, señalando que, aunque algunos programas de producción reportan hasta un 5 % de daños, otros han experimentado afectaciones mucho menores.
El presidente de Fevearroz destacó la resistencia del arroz a las inundaciones temporales. Sin embargo, precisó que la etapa más crítica para el cultivo va desde la siembra hasta los primeros 20 días. “En ese lapso, las plántulas, por su tamaño, son susceptibles a ser cubiertas por completo. Si esas inundaciones superan los 3 hasta 5 días con la planta bajo el agua, ahí se empiezan a manifestar los daños”, detalló.
El factor climático ha sido la principal causa del alargamiento del período de siembra. “Hay momentos cuando el agua está demasiado intensa; el agricultor prefiere esperar para sembrar cuando las condiciones estén más propicias”, afirmó Pérez.
Rendimiento y fertilización
Las intensas y continuas lluvias también han generado preocupaciones en torno a los rendimientos esperados. “Tenemos problemas que por la intensidad de las lluvias, los días han sido bastante nublados y eso ocasiona que la radiación solar sea de menor intensidad y traiga efectos negativos en los rendimientos”, dijo el representante gremial.
Otro desafío derivado de las condiciones climáticas es la demora en las labores de fertilización. Además, en ocasiones, “la excesiva cantidad de agua causa un efecto de lavado de algunos fertilizantes en el suelo y disminuye la cantidad efectiva de fertilización que pueda absorber la planta”, añadió Pérez.
A pesar de estos factores adversos, la mayoría de los cultivos de arroz muestran buenas condiciones biológicas y de limpieza con relación a la maleza. La expectativa es que para finales de julio se haya culminado el 100 % de la siembra de arroz de este ciclo y que el próximo mes se inicie la cosecha de los primeros lotes sembrados en abril. (CNP 18.050)