Un destello de luz reescribió los límites de la naturaleza. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó un nuevo récord: el rayo más largo jamás registrado, con una asombrosa longitud de 829 kilómetros.
Este titán eléctrico, según reseñó Europa Press, se extendió por el cielo de Estados Unidos, abarcando una distancia que podría unir ciudades como París y Venecia en Europa.
La descarga ocurrió en octubre de 2017, cuando una imponente tormenta eléctrica liberó este monstruo de luz. Nació en el este de Texas y su furia luminosa no se detuvo hasta casi llegar a Kansas City.
Expertos instaron a imaginar la inmensidad de su poder. Es decir, se traduce en un viaje que a un vehículo le tomaría más de ocho horas hacer. Fue, aseguran, un evento de largos segundos en el firmamento.
Nuevo rayo, nuevos récords
Este colosal espectáculo, sin embargo, no se identificó de inmediato. El Comité de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la OMM utilizó tecnología satelital de vanguardia para descubrirlo años después, un recordatorio de que la naturaleza siempre nos tiene reservadas sorpresas.
El anterior récord de 768 kilómetros quedó, entonces, obsoleto. Ahora, este nuevo campeón, con 61 kilómetros adicionales, nos enseña una vez más la fuerza inigualable de las Grandes Llanuras de América del Norte, un conocido “punto caliente” donde los megarrayos encuentran su hogar.
Fue aquí donde el Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental (GOES-16) capturó por primera vez este fenómeno que hoy, años más tarde, nos deja sin aliento.
Europa Press
