Acarigua.- Para la médico psiquiatra Dalila Teixeira «hay una falsa creencia de que hablar de suicido atrae más suicidio», señaló que en la actualidad los profesionales han comprendido que es un tema necesario hablar, «es un fenómeno que está acabando con la vida de muchas personas en el mundo, cada cuarenta segundos».
El suicidio es un síntoma de una enfermedad de base «el 90 por ciento de las personas con acciones suicida tienen una enfermedad mental, como por ejemplo la depresión» indicó.
Este 10 de septiembre es día mundial de la Prevención del Suicidio y la campaña de este 2022 va enfocada a «tómate un minuto, cambia una vida» es por ello que Teixeira considera oportuno brindar a las personas apoyo, para que quienes tienen estas ideas o pensamientos, lo expresen, sin ser juzgados o etiquetados «dejar de que sea un tabú» expresó.
-En algún momento, en nuestras vidas, por alguna razón, hemos llegado a pensar en quitarnos la vida, ya sea por un dolor, una frustración, un problema, pero que no se dicen porque esas ideas son criminalizadas y por eso quien tiene esas ideas se las calla y prefiere esconderlas.
Teixeira explicó que mientras que el paciente pueda verbalizar, hablar o escribir, se puede sacar ese pensamiento de la cabeza, es importante exteriorizar, así como se habla de emociones, se puede hablar de eso que pasa por la mente, se puede ayudar porque se lleva a otra perspectiva.
Explicó que cuando una persona tiene distimia que es un tipo de depresión, «cuando ya no conecta con nada, muchas veces no quiere acabar con su vida, sino con el dolor que siente es allí donde el apoyo debe llegar.
Dejó claro que el suicidio puede presentarse a cualquier edad, niños jóvenes, adultos y siempre que se presenta por lo general hay depresión, ansiedad, trastorno bipolar, entre otras enfermedades por eso se debe ver como un síntoma.
Segunda causa de muerte
Teixeira reflexionó que así como se habla abiertamente de las drogas, de identidad sexual, de lo inclusivo, ellas, ellos, elles, es necesario abordar este fenómeno que está ocurriendo cada 40 segundos, está estadística indica que ochocientos millones de personas se suicidan al año y la edad promedio está, entre los 15 y 30, representa la segunda causa de muerte.
En los últimos dos años, dijo Teixeira que han visto el incremento de trastornos mentales por la covid19 y en el mundo se tejieron redes de ayuda, porque quienes están padeciendo se sienten solos, «por eso se vio en países donde hay políticas públicas asociadas a la salud mental, se ve que de detrás, hay profesionales con empatía para atender los diferentes casos».
No hay redes
Señaló que a pesar de que se ha visibilizado un poco que las enfermedades mentales si existen, todavía hay resistencias y en el caso de Portuguesa no hay redes de ayuda.
Reiteró que el suicidio es una acción que se toma cuando la persona no ve salida a su dolor, prevenir hablando de que si existe y que es más común de lo que creemos puede salvar vidas.
También indicó que la mejor acción cuando se sabe que la persona tiene este síntoma de quitarse la vida es hacer «acompañamiento silencioso» sentir que hay alguien que lo sostiene y la ayuda profesional especializada de psicólogos psiquiatras porque, si hay enfermedad mental de base el abordaje debe ser dual, lleva un tratamiento farmacológico y psicoterapias.
Comentó que a veces es un camino «rudo, largo, que desespera, pero hay que hacerlo»
Finalizó recomendando que cuando hay un caso de intento o de suicidio se debe atender al paciente y a toda la familia para abordar en todo su contexto. (CNP 13.114)