Kenffersso Sevilla Arteaga, alias Flypper, presunto segundo cabecilla de la banda transnacional Tren de Aragua, quien fue capturado la semana pasada en Cúcuta, Colombia, es requerido en Venezuela
Sevilla Arteaga tiene notificación roja de Interpol, emitida por Venezuela, por delitos como terrorismo, financiamiento al terrorismo, tráfico de armas, extorsión agravada, entre otros.
Este hombre habría ingresado a Colombia en 2024 y estaba escondido en la capital nortesantandereana, donde empleaba la fachada de comerciante para camuflarse y pasar desapercibido, mientras coordinaba rentas ilegales en Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, México, Estados Unidos y Colombia.
El ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez Suárez, aseguró que el detenido es la “mano derecha” de alias Niño Guerrero, líder internacional de esa banda y expandida a otros países, dedicada a ejecutar asesinatos, extorsiones, secuestros y traficar con drogas y personas.
“Su captura neutraliza una pieza clave del engranaje criminal”, celebró el titular de Defensa.
En otro operativo en Medellín, capital del departamento de Antioquia, la Policía allanó la vivienda de la pareja de Sevilla Arteaga, donde incautaron 10 celulares, un ordenador, decenas de documentos y “elementos cruciales para seguir desmantelando esta red”, aseguró el ministro.
Tren de Aragua, organizaciones terroristas
En enero pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, clasificó al Tren de Aragua junto con los carteles mexicanos y la pandilla salvadoreña MS-13 como organizaciones terroristas.
En Colombia, los cabecillas del Tren de Aragua solicitaron el mes pasado al gobierno del presidente Gustavo Petro que los incluyeran en la denominada ‘paz total’, una de las políticas bandera de su administración, enfocada en negociar con distintos grupos y bandas criminales del país.
Sin embargo, el entonces ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, rechazó la petición al afirmar que no permitiría que organizaciones criminales “se burlen de la justicia internacional para buscar la impunidad de sus crímenes”.
El Nacional

