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Sara Hernández y Francisco Torrealba: “La oratoria convierte voces temblorosas en mejores oportunidades”

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Escrito por Beatriz Quintana

Sevilla-. Cuando el hombre comprendió el poder de la palabra comenzó la evolución de la humanidad. La verbalidad nos permite descomponer el pensamiento, usar la imaginación y la memoria, y formar conceptos complejos, elevando nuestra capacidad mental.

Es el puente para compartir diariamente ideas, sentimientos y experiencias, lo que facilita la cooperación y la organización social, pasando de un estado solitario a una vida plena en comunidad.

El arte de hablar y persuadir a una audiencia es la oratoria y a enseñar sobre este tema se dedican dos profesores de matemática guanareños, que decidieron buscar nuevos horizontes y emprender en Sevilla, España, después de comprobar su método y pertenecer a un grupo académico exitoso en Portuguesa, Venezuela.

Francisco Javier Torrealba Pacheco y su esposa Sara Marielvys Hernández Justo, se definen como un dúo inseparable: “como las ecuaciones que resolvíamos juntos en la UPEL. Poéticamente hablando, somos dos variables que, unidas, resuelven el mundo”, afirmaron.

Francisco Javier Torrealba Pacheco y su esposa Sara Marielvys Hernández Justo, se definen como un dúo inseparable.

Crearon el Instituto Areté de Formación en Oratoria (IAFO), producto de investigaciones propias y la convicción de que “la oratoria no es solo hablar bien, sino la transformación de vidas”.

-Lanzamos formaciones que fusionan psicología, retórica y práctica, y el destino nos sonrió, ya que Ágora Speakers Internacional, una de las redes más grandes del mundo, nos contactó para validar y visibilizar nuestra propuesta, explicó Sara.

Sara y Francisco, después de seis años en Guanare y Barinas desarrollando un proyecto regional, cruzaron el océano y comenzaron una nueva vida en Europa, y dicen que con pasos firmes y la mirada puesta en el 2026, se consolidan en Sevilla, integrándose al ecosistema emprendedor de una ciudad que ya reconoce su nombre.

Agradecidos y con fe

Ambos son guanareños, de la “capital espiritual” de Venezuela y cuna de la Virgen de Coromoto.

“Un lugar donde la fe no es un adorno, sino el pulso de la vida. Donde las tradiciones se respiran en las procesiones, en el café de la mañana, en cada ‘buenos días’, que se convierte en ‘bendición’. Guanare no solo nos vio nacer; es el corazón que late en cada paso que damos, recordándonos que las raíces profundas sostienen las alas que nos elevan más alto”, expresaron.

Aunque parezca contradictorio son profesores de Matemática —no de Castellano— con postgrado en Gerencia, formados en la Universidad Pedagógica Libertador (UPEL) de Guanare. Allí se conocieron hace más de diez años.

“Entre pizarras y fórmulas, sellamos nuestro camino con un matrimonio que ya suma una década. La academia nos dio herramientas precisas, pero fue nuestra pasión por la educación —y por la oratoria como su extensión natural— la que nos transformó. Porque enseñar no es solo transmitir conocimiento; es encender luces en otros”, aseguran.

Francisco y Sara, como buenos docentes, quisieron ampliar su perfil. Se inscribieron en un curso, en el que descubrieron sus facultades, la habilidad de dirigirse a una audiencia con éxito, y aseguran que la oratoria les eligió y transformó su mundo.

“Enseñar no es solo transmitir conocimiento; es encender luces en otros”, aseguran.

Objetivo ambicioso

Nuestro objetivo es simple y ambicioso: hacer de Guanare, la capital de la oratoria en Venezuela y transformar la palabra hablada en un catalizador de cambio personal, familiar, laboral y social. Queremos que cada voz, por temblorosa que sea, se convierta en un puente hacia mejores oportunidades”, afirmaron.

Para lograrlo, su estrategia se sostiene en tres pilares: atención al individuo y al grupo, desde el autoconocimiento hasta la persuasión, con talleres donde la teoría cede al acto.

“Con este paso hacemos que las improvisaciones y los discursos conviertan el miedo en fuego, desde el primer día”, agregaron.

En segundo lugar, la creación de conocimiento, por lo que ya han publicado tres libros sobre el tema y una aplicación ‘Persuadō’, —aún en proyecto— para llevar herramientas accesibles a todos, y en tercero, las alianzas estratégicas con instituciones locales, comunidades en Venezuela y España. “Así, ampliamos el impacto, como raíces que se extienden bajo tierra, nutriendo lo que florece arriba”.

Anhelos

—Emigramos a Sevilla, España, hace unos 15 meses, impulsados por un anhelo de oportunidades profesionales y personales. No fue una huida, sino un capítulo nuevo, buscando un contexto multicultural, donde nuestra experiencia en oratoria pudiera florecer, nutriendo a nuestra familia y a tantos que, como nosotros, buscan tejer nuevos hilos en el tapiz de la vida.

Sara y Francisco recuerdan la frase de Antoine de Saint-Exupéry: “Una meta sin plan es solo un deseo”, y afirman que sus objetivos son claros y precisos.

“Nosotros queremos forjar un referente global de oratoria, con raíces en Venezuela y ramas en España, y crear una comunidad que rompa barreras a través de la palabra efectiva. Nuestros logros son frutos de esa misericordia divina que nos ha guiado, porque mantuvimos la escuela viva y vibrante, incluso contra los vientos más duros”, agregaron.

Como muestra de su logro educativo, mencionan la formación de dos campeones mundiales y un subcampeón en categorías de oratoria.

“Coronamos a Guanare como la ‘capital de la oratoria’ por tres días, en 2023, con el campeonato mundial que reunió voces de todo el orbe”, expresó Francisco.

“Nosotros queremos forjar un referente global de oratoria, con raíces en Venezuela y ramas en España”.

Sevilla

La ciudad los ha recibido con un abrazo cálido, especialmente en círculos académicos y emprendedores, “como mentores en el Ayuntamiento de Sevilla y la Cámara de Comercio, también nos abrieron puertas, y la solidaridad local nos ha hecho sentir en casa desde el primer ‘¡Bienvenidos!'”.

—Nuestro pilar es nuestra familia; nosotros dos y nuestra hija de 11 años. En Venezuela, todo el equipo de IAFO, nuestros amigos y familiares siempre están pendientes. Sevilla no solo nos acoge; nos inspira a dar lo mejor de nuestras raíces.

Como todo migrante han sorteado incertidumbres legales y choques culturales, pero ellos sí aplican lo que predican aferrados en la fe.

“Reinterpretamos el miedo como señal de crecimiento. Avanzamos con pasos pequeños: un video subido, una alianza forjada, un logro celebrado, volviendo siempre a la acción, con gratitud. ¿Hasta dónde llegar? No ponemos límites fijos. Vivimos por proyectos, y el actual —consolidar IAFO en Sevilla— nos consume con fe y constancia.

Francisco y Sara confían el futuro a Dios, trabajando para seguir expandiéndose desde Guanare a Sevilla y más allá. Ya han publicado tres libros que viajan de las aulas llaneras a la web. En Sevilla, se han ido integrando al ecosistema emprendedor oficial y siguen creando contenido fresco para redes sociales.

“Además, nuestra situación legal ya está asegurada. Para el mundo, quizás parezcan pasos modestos; pero para nosotros, son victorias que honran cada oración”, añadieron.  (CNP 16.100)

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